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Giuseppe Albatrino

Escritor, Dramaturgo y Divulgador Científico

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El Comercio: ¿Información veraz? ¿Imparcial?

3 diciembre, 2008 by Giuseppe Albatrino

      Tengo la sana costumbre de practicar cierta incredulidad cada vez que consumo información; en mi opinión, existe una buena probabilidad de que el interlocutor delante nuestro, o el periodista de nuestro programa favorito, no tenga la menor idea de lo que esta hablando y que sin embargo muestre la misma seguridad de Moisés bajando del Sinaí tras recibir la verdad revelada. Lamentablemente, son pocas las fuentes nacionales ante las cuales puedo bajar un poco la guardia, la presente entrada viene a colación de una terna de incidentes que he encontrado protagonizada por el Grupo El Comercio en menos de tres fechas; de los cuales he podido notar que:

Los periodistas no siempre investigan

Para encontrar la verdad es necesario buscarla y esto se hace investigando, es peligroso el pensar que existen cosas obvias o que debemos darlas por ciertas solo porque el instinto las señala, así no parece pensar el periodista de Canal 8 que “denunció” este domingo la supuesta grave amenaza que implica volar avionetas con décadas de antigüedad sobre las líneas de Nazca. El hecho de que una avioneta tenga treinta años de antigüedad no es per se motivo de inseguridad; a diferencia de los automóviles, una aeronave cuenta con distintos parámetros de control de envejecimiento, tales como horas de uso del motor e incluso ¡el número de horas de la hélice! (para la cual se lleva un libro de registro), así mismo, debe pasar con los mantenimientos obligatorios cuya complejidad depende, una vez más, de las horas transcurridas desde el ultimo chequeo.

El periodista entrevistó al piloto Eduardo Herran, quien al preguntársele sobre la antigüedad de las aeronaves respondió comparando la antigüedad con el número de aeronaves en Bolivia… ¿No hubiera sido más lógico entrevistar a un ingeniero aeronáutico o a algún especialista en Mantenimiento? Quizá el reportero no se molesto en averiguarlo, pero Herran ha dedicado gran parte de los últimos quince años a volar casi exclusivamente aviones ultraligeros y es autor de un libro de fotografías sobre las líneas mismas (con fotos que tomó mientras volaba estos ligeros pájaros de metal), él no es un especialista en seguridad de aeronaves.

Finalmente, le hubiera bastado una rápida gogleada para encontrar la versión online del periódico especializado en venta de aviones Trade-a-plane, allí hubiera podido comprobar que en los mismos Estados Unidos (con la aviación más avanzada del mundo) es de uso común el empleo de aeronaves de, por ejemplo, la década de los 60.

Muchos periodistas no saben pedir disculpas

En la edición 1146 de Somos, en la sección “trinos&trones” un lector hace notar que la revista incurrió en error al señalar que, según el catolicismo, el fin exclusivo de la sexualidad sería la procreación. Muy lejos de rectificarse, le responden señalando que “La afirmación de que la castidad es el único medio infalible para no contraer enfermedades de transmisión sexual es análogo a aquella que sostiene que para no tener dolencias estomacales lo mejor es no comer. Algo que, sin embargo, suena un poco insensato. No se trata de privarse de los placeres que nos depara la vida sino de satisfacerlos con prudencia y cuidado”. Es fácil notar que: i) no se desea admitir un error/ignorancia ii) se responde fuera de contexto con falsedades de que “alguien” afirma que solo la castidad funciona (eso no dice la Iglesia) iii) se compara la sexualidad humana casi con el hecho de ir al baño y iv) quien escribe la respuesta se da el lujo de recomendar como debemos vivir nuestras vidas… tanto error gratuito solo por el hecho de no querer reconocer un error…

Hasta los “éticos” escriben desde sus prejuicios

En la columna “Síganme los buenos”, una vez más de la mencionada revista, contamos con la asesoría “ética” de un Sr. Pedro Cornejo, de quien no sabemos si es filosofo, especialista en ética, sicólogo o simplemente una persona bien intencionada que nos llena de citas en cada respuesta. Él fue el responsable de la afirmación errónea sobre el catolicismo discutida en el párrafo anterior; en el mismo número se refiere a un grupo de personas “educadas en la doctrina de los golpes de pecho”. La expresión se presta a confusiones: ¿se expresa así porque en la liturgia romana uno se golpea el pecho? o ¿esta ridiculizando de soslayo las creencias sobre el perdón y la redención en que creemos tantos católicos? Me parece muy peligroso que alguien tan falible y que aconseja temas sumamente delicados a sus preocupados lectores, pueda tener carta libre para dar pie a sus prejuicios y profunda ignorancia, más aún si pretende hablarnos de ética.

Puede parecer cansado tener esta desconfianza constante, sin embargo creo que es recomendable; por ello, como ejercicio, le invito a validar estas líneas y/o enviarme sus comentarios.

Publicado en: Vivencias y Opinión Etiquetado como: El Comercio

Hitler y algunas lecciones desde el fracaso

27 noviembre, 2008 by Giuseppe Albatrino

       En 1941 Hitler debió sentirse el hombre más afortunado sobre el planeta, en tan solo 100 días de guerra había conquistado Polonia, Noruega, Bélgica, Holanda y Francia, unificó Alemania con Austria (cuya población se considera así misma alemana en buena parte hasta el día de hoy), llevaba buenas relaciones con las fascistas Italia y España y tenía un tratado de no agresión con la Unión Soviética (que luego rompería precipitando su derrota); nada mal para alguien que no había estudiado en la academia militar, solo llego al rango de cabo y, por inverosímil que pueda parecer, sus superiores no vieron en él liderazgo alguno.
       Tres años después, su caída fue estrepitosa y costo millones de vidas inocentes, asediado por tropas aliadas, encerrado en un bunker cometió suicidio al lado de su amante Eva Braun. Hoy en día, con justificadas razones, representa la imagen del odio y de la insania, sin embargo creo que es lícito buscar en cada derrota o éxito, venga de quien venga, lecciones que podamos emplear; si bien es cierto hay muchos motivos para su derrota y libros enteros exponiéndolos, he encontrado algunos puntos sugestivos en mi propia lectura del libro “Inside the third reich”, del brillante “arquitecto de Hitler” Albert Speer, en lo concerniente a su rol de Comandante en Jefe.

Lección 1: Es importante conocer las limitaciones
       Speer nos recuerda algunas cosas interesantes, como que “[Hitler] nunca aprendió una profesión y básicamente siempre permaneció como un outsider en todas las especialidades. Como muchos autodidactas, no tenia idea de lo que significa el conocimiento realmente especializado […] Sin ningún sentido de las complejidades de una tarea, audazmente asumía una función tras otra”. El jerarca nazi no tenia profesión alguna, había intentado ser arquitecto pero no culmino los estudios; para demostrar sus conocimientos se basaba en su estupenda memoria para citar cifras y detalles que un experto, a decir del propio Speer, no carga en su mente pues los puede buscar o dejar a algún asistente, sin embargo con estos números intentaba apabullar a su interlocutor.
       La audacia con la que un novato en alguna materia puede tomar desafíos nuevos es común, y muchas veces puede llevar al éxito, la llamada “suerte de principiante” no es mas que la manera “fresca” con la que se pueden romper paradigmas (al principio los nazis parecían imparables); sin embargo, cuando esta termina, se necesita una mente entrenada para encarar los problemas. El riesgo es que los éxitos iniciales, pueden llevar a pensar que solo son necesarios los instintos y los conocimientos superficiales.
Creo que cuando un buen profesional respeta a otros en ámbitos distintos al suyo, se debe en parte a que, tras haber estudiado sus buenos años, puede imaginar el valor de una mente entrenada en un campo especializado por largo tiempo. En nuestro medio local no es difícil ver, por ejemplo, a contadores que se creen abogados o administradores, lo cual no es intrínsecamente negativo, siempre y cuando se reconozcan los límites del conocimiento propio.

Lección 2: Es importante escuchar a los expertos
       Por su misma falta de instrucción formal y por la deformación de su carácter, Hitler creía saber todo de todos los temas; es sabido que no escuchaba a sus generales y quería ver las cosas como las deseaba, no como eran en realidad. En cierta reunión se le informó, para su sorpresa, que el modelo de avión Me-262 era un caza a reacción no un bombardero, ante lo cual el pide que se le añadan bombas. A pesar de que el mariscal Milch le explicó que las estructuras del aparato no habían sido diseñadas para eso, Hitler pierde los estribos y comenzó a gritar enloquecido…los ingenieros cambiaron la funcionalidad del avión, convirtiéndolo en caza- bombardero según sus designios, pero del millar de aparatos fabricados solo se consiguió poner operativos menos de un centenar de maquinas.
Desdeñar el conocimiento de los expertos puede ser una práctica común en muchos decisores, pero esto puede traer consecuencias funestas.

Lección 3: Es importante actualizar los conocimientos
       Speer nos cuenta que el horizonte técnico de Hitler estaba limitado por la Primera Guerra Mundial (en un inicio conocida como “La gran guerra”, hasta que los nazis trajeron la suya), que sus intereses estaban restringidos a las armas tradicionales de la armada y la naval, áreas en las que incrementaba su conocimiento, señala que “[…] tenia poca sensibilidad por los nuevos desarrollos, tales como el radar, la construcción de la bomba atómica, aviones jet, y cohetes”.
       Hoy en día, vivimos en la llamada sociedad del conocimiento y la importancia de mantener actualizado el saber propio nos puede parecer obvio, sin embargo siempre es fácil caer en la trampa de no dar paso a nuevas ideas, a visiones cambiantes de las cosas. Mientras que los aliados perfeccionaron el radar, usado con exito en la batalla de Inglaterra, y construyeron las bombas que lanzaron sobre Hiroshima y Nagasaki, Alemania no entro en estos campos. Y si bien es notorio su avance en los cohetes V1 y V2, también es cierto que desoyó a sus consejeros militares que proponían emplearlos contra barcos o concentraciones de tropas en vez de las ciudades británicas.

       Afortunadamente para el mundo, gracias a la lucha y sacrificio de millones de soldados, Hitler perdió la guerra; pero sin lugar a dudas, el papel que desempeño él mismo contra si mismo, también ayudo a la causa y nos trae algunas lecciones propias.

Publicado en: Libros Etiquetado como: Hitler, Segunda Guerra Mundial

Las colas en el supermercado y su fauna

24 noviembre, 2008 by Giuseppe Albatrino

Una de las responsabilidades adquiridas en la vida es la de ir al supermercado. He notado que una de las cosas más engorrosas del proceso es esperar en la cola a que le llegue el turno a uno para que le pasen las cosas en el escáner y luego pagarlas, esto porque no queda más cosa que esperar pasivamente (la otra opción es ponerme a ayudar a la cajera, pero no creo que lo permitan); en dicha espera, delante de uno, pueden existir los siguientes tipos de individuos o grupos (a los que me he permitido convenientemente bautizar):
“Los ermitaños”. También conocidos como “los Apocalípticos”, son personas que abarrotan uno o dos coches con enormes cantidades de toda clase de productos (gracias a dios por las resistentes rueditas de plástico) como si el mundo fuese a acabarse mañana mismo o como si no pensasen en salir de sus casas para ir al supermercado por un buen par de años. He visto como llevan ingentes cantidades de todo: diez pastas de dientes, quince gaseosas, cuatro baterías para carro, medio centenar de frito lays… Si yo fuese algo paranoico, pensaría que planean hacer una guerra y están guardando provisiones, que aún llevan el trauma del primer gobierno de Alan o que simplemente quieren hastiarme en el penoso proceso de esperar a que terminen, crucen la puerta y sigan con su plan de abandonar la civilización
“El fiestero”. Básicamente es uno o más hombres, cuyos productos son muy distintos a los míos (comida y cosas útiles) dado que solo incluyen abundante alcohol, helados, gaseosas y alguna cosa masticable para poder consumir las anteriores sin desmayarse por el desequilibrio. Afortunadamente, a diferencia del ermitaño, no necesitan un trailer para llevar sus cosas (asumo que porque tanto liquido es difícil de llevar)
“La señora ‘Tarjeta de crédito’” Ejemplar que se caracteriza porque sin importar si compra chicles o chocolates, tiene que hacerlo mostrando a todo el mundo que un banco creyó por fin en ella y le ha otorgado una linda tarjeta de crédito con holograma y todo; para los desventurados individuos tras ella no nos queda mas que ver la ceremonia de entrega del DNI a la cajera de turno que deberá apreciar como el rostro se parece a la huella, luego en un papel veremos como llena su nombre completito, su número de documento de identidad, su número de celular y firma para terminar señalando que los veinte soles de su consumo los repartirá en doce cuotas. Escenario casi intolerable cuando estos seres se presentan en las cajas rápidas, que justamente deberían ser eso, ¡rápidas!
“El señor Necesito Cambio” Es el más inofensivo de todos, solo lleva una humilde botellita de gaseosa que piensa pagar con un billete de cien soles para desazón de la cajera, pero para beneplácito de todos sus seguidores (en la cola me refiero), su transacción no tarda más que el tiempo que le tomaría a un experto jugador de Monopolio retirar el dinero del banco.
¿Hay otras especies en esta fauna?, ¡claro que si!, y le invito a comentar algunas, es solo cuestión de buscarlas y clasificarlas.

Publicado en: Vivencias y Opinión Etiquetado como: Supermercados

Sobre Gisela Valcárcel y el show de las madres solteras

18 noviembre, 2008 by Giuseppe Albatrino

       El sábado por la noche veía en familia el famoso programa de televisión Bailando por un Sueño, en su versión «Los reyes de las pista», cabe indicar que anteriormente (en la primera y segunda temporada) cada pareja estaba conformada por el “soñador” (un desconocido que quiere alcanzar su sueño) y el “héroe” (alguien reconocido en el medio local y que apoya al soñador siendo su pareja de baile), pero en este nuevo formato ha habido un pequeño cambio, dado que soñador y héroe son los finalistas o ganadores de las dos temporadas pasadas, ambos se convierten ahora en «héroes» y deberán perseguir, a ritmo de baile, el sueño de un tercero escogido por la producción del programa. Conforme presentaban los casos de las personas a ser ayudadas, fue sencillo notar un patrón: todas eran madres de precaria condición económica. Las lagrimas se sucedían, las pancitas habitadas se mostraban, los héroes se emocionaban… y sin embargo, un sentimiento de incomodidad empezaba a embargarme, sentía que algo no iba bien, escribo esto en un intento de entenderlo.
       Siete de los ochos casos que aparecieron en pantalla eran de mujeres solas, la mayor de ellas de 28 años, viviendo en pueblos jóvenes, con al menos 2 hijos (el record era de cinco criaturas); y si bien en el programa cada aparición de una soñadora podría parecer un canto a la fecundidad, con incluso Gisela y dos héroes besándole el vientre, una pregunta que tintineaba en mi cabeza era, ¿en donde esta la responsabilidad individual que ellas debieran tener?, ¿Por qué tanta condescendencia?. No es mi objetivo juzgar a nadie, ni explorar todas las dimensiones que un tema tan complejo genera, sin embargo quizá podamos circunscribirnos al tema de la responsabilidad individual, en este caso como en muchas cosas puede haber hasta tres posturas (las dos extremas y la intermedia):
      «Ellas tienen toda la responsabilidad de lo que les pasa». Difícil de sostenerlo en un tema como la concepción en donde se necesitan dos personas para procrear; no solo eso, algunas de estas mujeres dejaron su casa por falta de afecto y vienen de un círculo de pobreza, que parecen inconcientemente empeñadas en perpetuar, de poca instrucción y formación.
      «Ellas no tienen ninguna responsabilidad de los que les pasa en su vida». Por un momento parecía el mensaje del programa, pero quizá sea injusto decirlo dado que el enfoque del show era conmovernos a todos en sus dos horas. Imagino que para algunos el solo plantear que aquellas múltiples veces madres, pero con aspecto de niñas a pesar de no serlo, deban ser responsables de algo es indicio de mala voluntad. Sin embargo, me es imposible sostener esta posición, porque a diferencia de muchos condescendientes, quiero creer que todo ser humano es capaz de aportar dirección a su vida en algún momento; tener una actitud mínimamente inquisidora o de autocrítica esta en nuestra naturaleza (decirse a si mismo quizá a partir del segundo parto: «no puedo alimentar a ninguno de mis hijos, me entristece verlos llorar de hambre, ¿como hago para no tener más (¡o no llegar al quinto!)?»). Pensar que son incapaces de hacerlo, asumir que ellas tienen un nivel cero de comprensión, es en realidad menospreciarlas.
      «Tienen (buena o poca) parte de responsabilidad de lo que les pasa, pero tienen alguna sin dudarlo». Me encuentro en este grupo y asumo que una mayoría lo está o lo estaría una vez acabada la parafernalia emocional del programa. En el transcurrir de la vida una parte importante de las lecciones que esta nos da, la extraemos de errores, pero es nuestra responsabilidad el aprender de ellos más aun cuando el impacto ha sido tan grande (supongo que algún fundamentalista no soportará el termino “error” para referirnos a la situación de vidas concebidas irresponsablemente, pero no discutiré este punto). Una sociedad que niega o ignora el concepto de responsabilidad individual, no solo esta destinada al fracaso, sino que desprecia el valor de aquellos que viven sus vidas productivas de manera responsable.
      A diferencia de otros programas de la Valcárcel, para mí aquella noche no fue de causas en “blanco o negro” (“sueño por operarme los ojos”, “por mi madre desfigurada en un incendio”, “por la operación de espalda”); el premio para la madre soñadora consistirá en costearle un parto digno y entregarle un importante monto de dinero, que de seguro tendrá como consecuencia el conveniente regreso del hasta ahora fugado “macho procreador”. Finalmente, me gustaría creer que entre tanta emoción que experimentará en su momento la feliz afortunada, la sabiduría impere en su repentino cambio de vida.

Publicado en: Cine y Televisión Etiquetado como: Gisela Valcarcel

Sobre Obama, la sagrada comunión y el aborto

15 noviembre, 2008 by Giuseppe Albatrino

El día de hoy, la agencia de noticias AP da cuenta de un sacerdote católico del estado norteamericano de Carolina del Sur que ha informado a su feligresía que quienes hayan votado por Barak Obama no podrán comulgar, esto, según el artículo, debido a que ofrecerle apoyo «constituye una cooperación material con el mal intrínseco». En buen romance, al haber votado por el senador demócrata han incurrido en pecado mortal; ya en otros medios católicos como Aciprensa señalaban (sin incluir nombres), que si uno votó por un candidato pro abortista, debería estar preparado al momento de la muerte, para dar cuenta de tal decisión ante todos los niños no nacidos victimas del aborto.
El tema pro-vida versus pro-eleccion (pro-life, pro-choice), ha estado presente en el debate publico desde que en 1973 la Corte Suprema de Justicia en el caso Roe versus Wade decidió que la mayoría de leyes contra el aborto en los Estados Unidos violaba el derecho constitucional a la privacidad; también sostiene que una madre puede abortar a su hijo por cualquier razón hasta antes de que el feto sea “viable”. Como era de esperarse, este tema no podía estar ausente en toda campaña norteamericana a la presidencia, en donde la derecha religiosa republicana constantemente ha sido un factor importante en las victorias del partido del elefante.
El cura de esta noticia, Jay Scott Newman, quien curiosamente aludió a Obama por su nombre completo (incluido su segundo nombre de Hussein) añadió que personas en esa condición (los que votaron) no pueden recibir la santa comunión (…) a menos que se reconcilien con Dios en el sacramento de la penitencia». Al leer esta noticia no puedo evitar que un sentimiento de incomodidad aparezca, más aun cuando Newman señala que hubo otra alternativa plausible (asumimos que McCain); sin ir muy lejos, el 2004 hubieron comentarios semejantes por parte de los obispos, ocasión en que el nefasto gobierno de Bush entró a su segundo mandato… ¿Por qué la incomodidad dirán?, porque pareciese que hay cosas que para algunos creyentes pueden ser pecados veniales a cambio de señalar otros, tomemos como ejemplo las disposiciones de Bush sobre “métodos de interrogación”, los encarcelados sin juicio y torturados en Guantanamo, Afganistan e Irak (y sabrá Dios en cuantas cárceles más secretas de la CIA); el dolor de los millones de familias refugiadas o las que han perdido sangrientamente a sus seres queridos, los miles de iraquíes muertos es una guerra inútil (¿Dónde están las armas de destrucción masiva?), un gobierno que no quiso firmar tratados de protección medioambiental, los miles de millones de dólares gastados en invasiones en vez de atacar la pobreza…Nada, nada de esto parece importar si el candidato es “pro vida”, porque al parecer, cuando se habla de “vida” se refieren a la vida de los no natos no a la de los ya nacidos.
No es mi intención aquí polemizar sobre el aborto (algo que en mi opinión esta mal), sino llamar la atención sobre la actitud de este sacerdote que considero incoherente más aún cuando la Iglesia, que es mi Iglesia, prohíbe los métodos de planificación familiar artificiales. Creo también que para tal caso, podría haber llamado a votar por ningún partido lo cual hubiera sido lo ético en su caso.

Publicado en: Vivencias y Opinión Etiquetado como: aborto, Obama

Misiones Apollo :Más allá de la ficción (Parte 2 de 2)

13 noviembre, 2008 by Giuseppe Albatrino

En el Apollo 14, el mítico Alan Shepard volvió al espacio después de 10 años de espera y del dolor personal que significo ser inhabilitado para volar por un raro mal que le aquejo al oído. A sus 49 años, 10 más que el promedio de sus compañeros, se convirtió en el hombre de mayor edad en pisar el suelo selenita y el primero en “jugar” golf al lanzar una pelota con un palo adaptado para ello. Quien se había convertido en héroe nacional, al ser el primer norteamericano en dejar la Tierra inmortalizo así las palabras “por millas y millas” al describir el viajes de la pelota en la menor gravedad; ello en la segunda de dos actividades extravehiculares que contabilizaron 9 horas muchas de ella explorando una escarpada colina al borde de un cráter que le permitió traer las rocas más antiguas de las cuales hoy disponemos en nuestros laboratorios.
Si algún día Ud. maneja un automóvil en la Luna, pues quizá lleve alguna estampa del Apollo 15 a manera de patronos de los conductores, pues ellos llevaron el primer vehículo de cuatro ruedas (al que se llamó rover) que rodó en otro orbe. A partir de su entonces, la estancia se prolongo a tres días de permanencia ¡Tres días con sus noches viendo la Tierra sobre el horizonte lunar, como una hermosa joya azul que se puede ocultar tras el ancho de nuestro pulgar!
Estos hombres altamente entrenados, hábiles pilotos e ingenieros también sentían temores antes del vuelo, como nos cuenta Charles Duke quien antes de llegar a ser el décimo hombre en pisar la Luna soñó que en su misión, la Apollo 16, se encontraba con dos astronautas muertos cuyos rostros coincidían con los de él y su comandante, sus cuerpos llevaban miles de años. Y si bien esa posibilidad no se cumplió, es difícil olvidar el ver a Duke en un conocido vídeo saltando y cantando en la Luna ; lo que muchos no saben es que luego de ello se detiente cayendo sobre su mochila, que lógicamente no estaba diseñada para eso pero que le proveia de oxigeno y presión al traje, llegando a pensar que en tal momento moriría… Si usted viaja al lugar de su exploración quizá logre encontrar la foto de sus hijos por él dejada sobre la polvosa superficie lunar.
El sueño termino con el Apollo 17, apenas 3 años después de la primera caminata lunar, el presupuesto de la NASA no daba para más e incluso muchos no encontraban sentido en ir más de una vez. La cadena de producción en las gigantescas fabricas que construían tales equipos se detuvieron terminando con la esperanza de hombres hoy desconocidos que llegaron a entrenar para misiones como el Apollo 18 y siguientes para los que el transbordador espacial quedo como consuelo y oportunidad para poner en práctica su primeros aprendizaje.
Hoy en una época en que cada acto se mide económicamente, no existen planes para la exploración humana más allá de nuestro planeta, a pesar de contar con una tecnología treinta años superior, una misión lunar sigue siendo muy difícil, cara y arriesgada. Incluso muchos parecen olvidar que un día en el pasado allí estuvimos construyendo historias que rivalizan con la ciencia ficción, construyendo historias caminando en otro mundo.

Publicado en: Sci & Tech Etiquetado como: Apollo

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