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Giuseppe Albatrino

Escritor, Dramaturgo y Divulgador Científico

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Libros

Escritor, matemático, indio y sacerdote

24 julio, 2009 by Giuseppe Albatrino

          Tengo a mi lado un libro que me firmó el padre Carlos Valles, el autógrafo debe tener más de diez años, y en mi nerviosismo ante su imponente, pero muy simpática presencia, no atiné a decirle al autor mi nombre; aquella noche, mi amigo Nils y yo habíamos esperado a que terminara la charla que dio y nos quedamos hasta que había poca gente en el lugar, me le acerqué tímidamente con un tipo de movimiento que él sonriendo imitó, le tendí una copia de su obra (un original, por supuesto) y estampó “Carlos”. No dije nada, mucho menos alcance a decirle lo mucho que me había enriquecido su lectura. Para varias personas aquel día, había venido una persona muy importante, déjenme contarles el porqué.
          Nacido en España, el padre Valles ingresó al seminario de los jesuitas a los quince años de edad de donde, ya ordenado sacerdote, fue enviado como misionero a la India, país en el que reside hasta el día de hoy y que es un personaje tangible y constante en la mayoría de sus obras. Por aquel entonces, tremendo viaje era lo más cercano a visitar otro planeta, no se sabía si alguna vez volvería a su tierra o si volvería a ver a su querida madre. En Ahmedabad estudió matemáticas, para lo cual debió aprender inglés, y luego impartió cursos en este idioma para la élite india en una prestigiosa universidad.

          Sin embargo, para acercarse a la gente del lugar, decidió aprender la lengua de la región, guyarati (la que hablaba Gandhi), ya que según él, “dominar la lengua es asimilar la cultura”, en este idioma ganaría importantes premios literarios; incluso el gobierno de Guyarat le otorgó cinco galardones seguidos (¡por él tuvieron que emitir una ley por la cual ningún autor podía, justamente, obtener más de cinco de estos premios seguidos!). En el campo de las matemáticas había fundado la primera revista especializada en esa lengua, representando a la India en congresos internacionales y escrito libros por los cuales una generación de estudiantes le conoce. Aún así, buscaba una mayor cercanía con el pueblo indio, por lo que un día tomó algunas cosas, y se dedicó a vivir de la hospitalidad de la gente pobre de su ciudad; por diez años residió en los barrios marginales, viviendo de lo que el anfitrión de turno pudiese darle.

          Su basta experiencia de vida se hace patente en sus más de sesenta libros publicados, buena parte de ellos disponibles en nuestro idioma. De la decena que debo tener en mi biblioteca, especial aprecio le tengo a “Dejar a Dios ser Dios” en donde nos invita a dejar los conceptos limitados y encasilladores que de la divinidad tenemos, con capítulos como “No manipularás al Señor tu Dios”, “Si Jesús hubiera nacido en la India”, “Chistes y terrorismo”, “adorarás al Señor tu no-Dios”. Nos muestra el rico abanico de creencias que coexisten en el oriente, no como juez, sino como alguien que viviendo entre ellas ha aprendido concientemente de las mismas.

          Otros dos de mis favoritos son “Al andar se hace camino” que versa sobre el arte de vivir el presente, en una sociedad en donde nos podemos pasar la vida entera solo pensando en el pasado o planeando el futuro y “Y la mariposa dijo”, que de carácter medio poético es, en palabras del autor, “un libro de vivencias ecológicas en los Andes y los Himalayas, en desiertos y mares, en lecciones Zen y en tradiciones aborígenes, siempre en medio de la naturaleza con los sentidos abiertos y el cuerpo en unidad con el alma“

          A sus ochenta y tres años se encuentra aún en actividad, ahora escribiendo un libro sobre la eucaristía, que espero llegue pronto a nuestras librerías. Me pregunto si tendremos la suerte de verlo de nuevo en el Perú, de darse el caso, prometo, desde ya, aprovechar mejor la oportunidad.

Publicado en: Libros Etiquetado como: jesuita, Vallés

Libro comentado: The Great Santini

8 julio, 2009 by Giuseppe Albatrino

      Recuerdo haber visto la película inspirada en el libro hace muchos años, en aquella época aún no había televisión por cable así que era más sencillo que la familia se pusiese de acuerdo en que ver. Es una de las pocas películas de ese entonces que se me quedó grabada en la memoria, así que cuando encontré un ejemplar de la obra, hace tres años en una noche en el centro de Lima, ya era una compra segura (claro, que igual siempre se regatea con el vendedor). Si bien la leí en inglés, estoy seguro de que el texto debe estar en español en alguna librería Crisol, dado que el autor Pat Conroy es bastante conocido.
Supongo que lo que me atrajó de ella, en un inicio, son algunas semejanzas con la vida misma que recuerdo con cariño, a continuación sabrán el porqué.

      La obra trata de un piloto aviador y su familia (sí, es cierto que justamente mi padre era también piloto aviador) compuesta por su comprensiva esposa Lilian, Ben, su hijo adolescente próximo a la mayoría de edad, Mary Ann, la hija mayor y otros dos pequeños vástagos. Ubicada en la década de los sesenta en un pequeño pueblo del sur americano cercano a una base militar, la historia gira en torno a Bull Meechan, “El gran Santini”, que como casi todos los pilotos tienen un gran ego en cuanto a sus habilidades y una confianza de acero sobre ellos mismos y sus decisiones pilotando (puedo atestiguarlo por los muchos pilotos que he tratado). Los problemas surgen toda vez que Santini no puede separar su mundo laboral, la milicia, del hogar por lo que cree que es correcto dar ordenes a diestra y siniestra al volver a casa (sí, mi padre daba ordenes a su mecánico, a los “bandereros” de los campos agrícolas y a los trabajadores de su chacra en la época en que yo era adolescente y creo que quería hacer lo mismo en casa); sin embargo, en medio de todo, es un padre preocupado que a pesar de las frecuentes discusiones con su hijo le regala un día su preciada casaca de piloto (sí, mi padre también me regaló su costosa casaca de aviador por esa edad)…pero hasta allí llegan los símiles.

      The great Santini es interesante no solo porque retrata una compleja relación padre e hijo, sino por la riqueza del personaje central, que si bien en un inicio puede parecer un individuo muy simple, solo abocado en cumplir el credo de Dios-Patria-Honor, es en realidad un hombre atormentado por sus propios demonios interiores y una incapacidad de comunicar directamente el enorme amor que siente por su familia; el desinterés que parece mostrar por las necesidades emocionales de estos, obedece a una increíble torpeza que no logra compensarse por el hecho de que daría la vida por cada uno de ellos.
      Conroy también nos entrega historias secundarias en torno al racismo sureño contra negros y judíos, el despertar sexual de los jóvenes y sus conflictos con la religión, la amistad entre hermanos o el drama de una esposa ante el esposo imperfecto pero al que acepta siempre a su lado.
      En suma, estamos ante una amena e interesante novela, llena de lecciones de liderazgo y amor; curiosamente el autor se baso en muchos hechos reales y personales para poder escribirla. Les adelanto que el final de la misma es conmovedor.
____________________________
{Música de fondo mientras escribia: Violet hill, Amsterdam, Nobody said it was easy, Speed of sound, Trouble (todas de Coldplay) }

Publicado en: Libros Etiquetado como: Conroy

Borges y un video de Rock

17 junio, 2009 by Giuseppe Albatrino

“Nada es real”, John Lennon (1940-1980)

Voy a intentar hacer una demostración ecléctica por la mera razón de que me es difícil no hacerla; tengo la teoría de que los escritores del video Amazing de Aerosmith, una banda que me encanta, “plagiaron” un cuento de un escritor cuyos libros disfrute en exceso en la universidad: Jorge Luis Borges. Varios de sus cuentos aun los puedo contar de memoria a pesar de los años. Uno de ellos, Ruinas circulares, es el motivo de mí símil, y para poder demostrar mi punto, pediré un poco de paciencia.
Ruinas circulares empieza con un hombre mareado y ensangrentado que desembarca en la unánime noche, proveniente de las infinitas aldeas en donde el zend no esta contaminado con el griego, y se dirige con propósito a un templo circular, chamuscado y perteneciente al dios Fuego, en donde a fuerza de voluntad duerme para despertar al lado de higos y agua que le habían dejado. ¿Su intención?, es “[…] no imposible, aunque sí sobrenatural. Quería soñar un hombre: quería soñarlo con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad.” Para ello, debería dedicarse a dormir y a soñar, muchísimas horas, en un empeño desgastante dado que “que el empeño de modelar la materia incoherente y vertiginosa de que se componen los sueños es el más arduo que puede acometer un varón”.
Su primer intento terminó en fracaso. Lo había iniciado soñándose rodeado de alumnos, a quienes les dictaba distintas lecciones, con la esperanza de encontrar en medio de ellos algún alma que valiese la pena de participar en el universo. De ellos, quedo un candidato prometedor pero al poco vino el desastre, el forastero no pudo volverlo a soñar más, ni al alumno ni a la escuela; “lagrimas de la ira le quemaron los ojos”.
El segundo intento, fue más exitoso, comprendió que debía moldear su creación órgano por órgano, primero el corazón que latía, tras lo cual descansó una noche. Le tomó un año llegar al esqueleto y los parpados, con infinita paciencia y ritos creó a su hijo, quien no podía existir si no iba a su encuentro en cada sueño. Lo educó y entrenó por años y luego le envío a otra ruina circular para que viviera y ¿por qué no? soñara. Solo el fuego podría reconocer que este hijo es en realidad un fantasma, una ilusión, a la cual no podría quemar sus carnes. De pronto, una sequía castiga la zona en donde vive nuestro forastero, una vez más el templo se incendia y este intenta escapar inútilmente, notando que el fuego no le quema… “Con alivio, con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro estaba soñándolo. “. El soñador era un soñado más.
Ahora hablemos del video Amazing, que me encanta por su propuesta y letra. En ella un joven diseña su “yo virtual” empleando una computadora, un guante y un casco conectado a ella que le permitirán ver y en parte sentir un mundo digital que asume real. Para crear su otro yo, elige su tipo de peinado, largo del cabello, todo. Sin embargo, sus primeros intentos fracasan; no logra acceder hasta después de mucho intentar, para al fin sumergirse en una realidad en donde conoce a una bella chica (Alicia Silverstone, ¿alguien puede culparlo por eso?). Con ella experimenta pasión y cortas aventuras que quizá no intentaría de otro modo sino el etéreo.
Nuestro personaje se cree real y soñador, con esfuerzo digital ha creado su sueño, un mundo y ser propio, pero al terminar el video vemos que… ¡nuestro soñador era un personaje soñado por Alicia!
Aquí pueden observar el video y disfrutar de tan buena canción.

Publicado en: Libros Etiquetado como: Borges, Ficciones, videos

Un libro contra la superstición y pseudociencia

6 junio, 2009 by Giuseppe Albatrino

       Cuando siendo niño, Papá Noel me regaló mi primera radio grabadora, mi hermano y yo hicimos un pequeño experimento pues queríamos comprobar si en el agua vivían pequeñas criaturas: vertimos un poco de ella en la cantimplora, luego sumergimos el micrófono, presionamos el botón de grabar y nos fuimos del cuarto por unos minutos para no interferir. Al escuchar atentamente la grabación, no pudimos encontrar evidencia de vida, curiosamente faltarían algunos años para que el gobierno de Alan García nos proporcionase agua contaminada, pero creo que en parte, y sin saberlo, practicamos el método científico. Teníamos una hipótesis (hay vida en el agua), realizamos unas pruebas para validarla (las grabaciones) y examinamos los resultados (sin éxito).
       El método científico es expuesto de muchas formas en el libro “El mundo y sus demonios”, en él, el prestigioso y galardonado astrónomo Carl Sagan nos lo expone como la mejor manera de la cual disponemos para obtener conocimiento. La ciencia, si bien es cierto esta lejos de ser perfecta, tiene un mecanismo de autorregulación que hace que ante nueva evidencia, un científico se retracte y corrija, lo cual sucede mucho menos en política o religión (no recuerdo muchos casos en ambas). Sin embargo, hoy en día, cada campo de la ciencia tiene su contraparte supersticiosa y pseudo científica, que en ocasiones es difícil diferenciar; lo cual puede ser peligroso en una sociedad en la cual el reto que nos impone temas como el cambio climático, dependencia energética, deforestación forestal, entre otros, requieren de ciudadanos “alfabetizados en ciencia” para poder monitorear a las autoridades.
       En su obra, Sagan nos expone cada una de estas contrapartes. Así tenemos, que los geofísicos deben enfrentarse a proponentes de Tierras huecas o planas, profetas de terremotos y catástrofes. Los arqueólogos a antiguos astronautas (incluyéndolos como constructores de Nazca y Egipto). Los químicos a la alquimistas. Los físicos a creadores de energía de la nada. Los astrónomos a la astrología que ahora incluyen cartas celestiales obtenidas por computadora para leer el futuro. A esto súmese que, el libro también trata de platillos voladores, apariciones de fantasmas, curaciones milagrosas, los límites de la ciencia y tenemos un interesante texto en donde, se esté o no de acuerdo, uno no puede menos que apreciar los argumentos lógicos y la profunda investigación que muestra el autor, por más que este sea agnóstico y en buena parte anticlerical.
       El doctor Sagan recibió de la Academia Nacional de Ciencia norteamicana su mayor galardón porque “nadie ha conseguido nunca transmitir las maravillas ni el carácter jubiloso de la ciencia con tan tanta amplitud como [él]” y este volumen es una muestra de ello; si bien desde sus obras previas nos tiene acostumbrados a una narrativa en la cual nos cuenta su experiencia, aquí vemos retratada su principal pasión (la ciencia) con cariño y deferencia; los pasajes en los que narra como extraña a sus difuntos padres, soñándolos incluso, pero que a pesar de ello no puede estar seguro de una vida más allá de la muerte son muy conmovedores.
       Un libro que vale la pena leer y que incluso, como lo señala, Arthur C. Clarke debería de ser de lectura obligatoria en las universidades.

Publicado en: Libros Etiquetado como: carl sagan, ciencia

La ciencia ficción en los colegios: una propuesta

19 febrero, 2009 by Giuseppe Albatrino

He visto el catalogo de obras que algunas editoriales peruanas dirigen para el plan lector, aquel proyecto del ministerio de educación creado para incentivar la lectura en los colegios, y no he podido encontrar ningún titulo de ciencia ficción ni de divulgación científica. Si bien es cierto, ya es un progreso el aumentar las opciones que los alumnos pueden encontrar para leer, siento que revivo el desprecio, esta vez proveniente del medio editorial, que encontré en mi época escolar por parte de muchos de mis profesores, aunque no de todos, cuando se habla de estos temas.

Editoriales españolas han hecho importantes esfuerzos en la publicación de obras de divulgación científica a través de los años; algunas colecciones han llegado a nuestro medio de manera masiva y develan al lector una infinidad de interesantes temas, como la evolución del hombre, del universo, historia de descubrimientos científicos, robótica, física recreativa,… todos los campos del saber humano, presentados de manera amena, didáctica y hasta humorística por renombradas figuras como Isaac Asimov, Paul Davies, Stephen Hawking, Carl Sagan o Martin Gardner entre otros. Sin embargo, asumiendo que estos textos, dirigidos a todo publico, pueden ser tomados como “peligrosamente académicos” para ser presentados a educandos en una etapa de su vida dedicada en parte al aprendizaje, creo que la ciencia ficción puede ser una interesante oferta dirigida al mismo publico lector.

En la ciencia ficción, las historias nos hablan, a menudo, de la ciencia y tecnología del futuro; y con ello las posibilidades son ilimitadas. Los autores nos presentan mundos nunca antes visitados orbitando estrellas lejanas, o al cercano planeta Marte en proceso de convertirse, por la ingeniería humana, en una segunda Tierra, o la construcción de torres que alcanzan al espacio, civilizaciones que abarcan toda la galaxia, formas de vida en las lunas de Júpiter, inteligencias extraterrestres o artificiales, culturas distintas a las conocidas hasta el día de hoy y batallas entre flotas espaciales. También pueden extrapolar el presente y mostrarnos sociedades que bien podrían ser la nuestra, enfrentando los problemas del mañana. Estas obras son una magnifica oportunidad para debatir en clases, la ciencia detrás de la ciencia o posibles dilemas éticos tales como la clonación de humanos, la modificación genética de los hijos o la preservación ilimitada de la vida humana.

Si bien, como en todo género, la calidad de una obra puede ser buena o mala, seria peligroso considerar a los blockbustes de Hollywood como indicadores de lo que se puede ofrecer en las escuelas, es más, algunos escritores marcan claramente la distancia que los separa con la mayoría del cine. Lejos del ruido de las explosiones Lasers de la pantalla grande, en estos libros podemos encontrar personajes profundos y complejas tramas que forman parte de toda narrativa que valga la pena ser leída.

Finalmente, creo que lo sucedido al mitológico Aquiles puede ilustrar un último punto. Cuentan que Odiseo, para descubrir a este que huía de la guerra viviendo disfrazado de mujer en la corte del rey Licomedes, fingió ser un comerciante que ofrecía baratijas y telas a las hijas del rey; ocultó entre ellas sus propias armas, las cuales Aquiles, por su propia naturaleza, tomó y blandió delante de todos, dando a conocer su verdadera identidad. Quizá la presentación de este tipo de obras en los colegios, pueda causar el efecto de las armas de Odiseo, convirtiendo a las novelas en un instrumento para descubrir, y motivar, a aquellos con un interés especial en las ciencias y tecnología.

Publicado en: Libros Etiquetado como: ciencia ficción, propuesta

Mi desventurada historia intentando ser publicado (parte final)

10 febrero, 2009 by Giuseppe Albatrino

Advertencia: La siguiente es una historia personal de mis intentos por publicar un libro y como sospecho podría parecer aburrido a muchos, se recomienda discreción (léase paciencia, un sitio cómodo y fingir algo de interés) para continuar leyendo.

Mi amigo editor, me pregunto si aún tenía el libro “que había escrito hace años”; le respondí que sí, pero que necesitaba cambiarlo y actualizarlo. Para poder lograr eso en el plazo fijado, tomé unos días de vacaciones atrasadas que tenía y lo cambié lo mejor que pude.¿Y salió el libro?, podrán preguntar. Para el momento en que lo terminé, mi amigo empezó a tener ciertos impasses comerciales y el pobre MBC volvió al limbo adonde van los libros no bautizados en la imprenta. Casi creyendo que el libro estaba maldito, empecé a escribir otro, sobre los viajes a la Luna, el cual he presentado a una importante editorial, que por sistema, parece tardar meses en dar el visto bueno final.

El nuevo hijo tiene al momento 120 páginas y aunque aun le faltan varias pulidas, considero que se encuentra terminado en un 70%, me siento contento con él; he usado una extensa bibliografía, cruzado las fuentes incluso para las anécdotas de la historia espacial; a mí parecer es mucho más elaborado y personal que el anterior. Es mi intento de mostrar el enorme ingenio y la fascinante aventura humana que implicó el programa lunar tripulado. Me pregunto si verá algún día la luz o si compartirá el destino de su relegado hermano.

Si algún lector tiene curiosidad por saber cuanto pagan al afortunado que logra ser publicado, le contaré que es un promedio de 5 a 8% del precio de la tapa, también me han explicado que el tiraje inicial es de unos mil ejemplares. Entonces, si sacamos cuentas, más le vale a un escritor novel el tener algún empleo asegurado porque del uso del procesador de texto no va a poder pagar sus cuentas. Y si bien, las condiciones económicas no pueden parecer atractivas para el que crea la obra, me he documentado que a las empresas tampoco les va tan bien, pues usualmente tienen un margen del 15% y luchan por colocar los libros en un mercado en donde, en promedio, el lector peruano no acaba uno por año. Esta cifra se elevaría a 5 en Argentina y a 12 en Europa. Si a esto le sumamos que lo escrito por su servidor, pertenece a un segmento aún más reducido, como el de la divulgación científica, pues saque usted sus propias conclusiones…

¿Creo que la historia dejara de ser desventurada? No lo se, quiero creer que sí; quizá ni merezca del todo tal adjetivo. Evidentemente hay historias exitosas y otras que no lo son, pero a cada quien le toca la suya y no puedo quejarme, tan solo replantear otras formas de llegar a la meta y ser persistente si creo que vale la pena. ¡Y creo que lo vale! Luego de varios años, estoy escribiendo de manera constante y entusiasmada, con la cabeza llena de ideas «que estaban allí siempre», pensando que solo practicando puedo mejorar mi escritura, a la vez consciente de que me falta mucho por aprender. Considero que es un asunto de vocación, solo espero que no demasiado tardía; en todo caso, estoy disfrutando el proceso.

Publicado en: Libros Etiquetado como: Giuseppe Albatrino, Libros ESP, publicaciones

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