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Giuseppe Albatrino

Amante de la creatividad. Ingeniero.

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¿Cómo registrar un viaje?

11 agosto, 2009

“He visto cosas que tu gente no creería. Naves de ataque en llamas sobre los hombros de Orión. Visto Rayos-C relumbrar en la oscuridad cerca de la puerta Tannhauser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo…como lagrimas en la lluvia…Tiempo de morir”
Agonizante androide Batty, en la película Blade Runner

        Estoy planeando un viaje y deseo registrarlo de la mejor manera posible; la jornada tiene dos objetivos claramente definidos, el que sea una aventura y conocer las distintas culturas, monumentos, museos, obras que cada país tendrá. Si bien deseo ir ligero de equipaje (básicamente una mochila), como persona meticulosa estoy buscando la mejor manera de registrarlo, en experiencias previas he empleado una cámara fotográfica y tomado apuntes, por ejemplo, tengo diez hojas A4 de mi experiencia sólo en Bogota, pero esta vez quiero dar un mayor protagonismo al periodista no nato que llevo adentro. Dado que estoy en busca de alguna respuesta al título de este texto, quizá puedan ayudarme, contándome sus propias vivencias.

        Para ilustrar el tema, antes quisiera mostrar dos “modalidades de viaje” opuestas para luego incluir la propuesta que actualmente manejo.

Modalidad “Viaje espacial”. Así como toda la NASA supo que los latidos de Neil Armstrong llegaron a 186 cuando alunizaba y grabó cada línea pronunciada por él en la superficie, en esta modalidad todo queda registrado: menúes de comidas, tickets de tren, horas del desayuno, horas de dormir hasta el kilometraje del carro rentado. Cada lugar es fotografiado y/o filmado, cada noche se escribe religiosamente sobre todo lo vivido, anécdotas, número de veces que uno se pierde o las veces que nuestro Inglés no parece ser tan bueno ante algunos.
Peligro: se está tan concentrado en grabar todo que puede suceder que uno no vive la experiencia (justamente este es un problema que aquejó a varios caminantes lunares)

Modalidad “Padre Valles en la India”. ¿Recuerdan que en el artículo sobre este autor les conté sobre su experiencia como mendigo itinerante? No contaba ni con cámara fotográfica o grabadora y mucho menos con filmadora de video. Asumo que llevaba un cuaderno de apuntes en vez del procesador de texto, al cual muchos tenemos adicción. Sin embargo, lleva decenas de libros que giran en torno a su experiencia vivida.
Peligro: ¿que nadie crea que uno realmente estuvo allí?

        Quiero creer que existe un término medio; deseo vivir la experiencia pero también transmitirla a la manera de un reportero, informándome de los lugares antes de conocerlos y exponerlos; aún no afino los detalles de los medios a emplear (¿cámara fotográfica?, ¿cámara de video?, ¿sólo un bloc de notas?, ¿combinar dos o tres de éstos?), los canales (¿el blog?, ¿Facebook?, ¿Youtube?) o el esfuerzo a tomar en ello.
Espero poder contar con sugerencias surgidas de sus propias experiencias viajando.

Secciones: Vivencias y Opinión Etiquetas: camaras, diarios, videos

Borges y un video de Rock

17 junio, 2009

“Nada es real”, John Lennon (1940-1980)

Voy a intentar hacer una demostración ecléctica por la mera razón de que me es difícil no hacerla; tengo la teoría de que los escritores del video Amazing de Aerosmith, una banda que me encanta, “plagiaron” un cuento de un escritor cuyos libros disfrute en exceso en la universidad: Jorge Luis Borges. Varios de sus cuentos aun los puedo contar de memoria a pesar de los años. Uno de ellos, Ruinas circulares, es el motivo de mí símil, y para poder demostrar mi punto, pediré un poco de paciencia.
Ruinas circulares empieza con un hombre mareado y ensangrentado que desembarca en la unánime noche, proveniente de las infinitas aldeas en donde el zend no esta contaminado con el griego, y se dirige con propósito a un templo circular, chamuscado y perteneciente al dios Fuego, en donde a fuerza de voluntad duerme para despertar al lado de higos y agua que le habían dejado. ¿Su intención?, es “[…] no imposible, aunque sí sobrenatural. Quería soñar un hombre: quería soñarlo con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad.” Para ello, debería dedicarse a dormir y a soñar, muchísimas horas, en un empeño desgastante dado que “que el empeño de modelar la materia incoherente y vertiginosa de que se componen los sueños es el más arduo que puede acometer un varón”.
Su primer intento terminó en fracaso. Lo había iniciado soñándose rodeado de alumnos, a quienes les dictaba distintas lecciones, con la esperanza de encontrar en medio de ellos algún alma que valiese la pena de participar en el universo. De ellos, quedo un candidato prometedor pero al poco vino el desastre, el forastero no pudo volverlo a soñar más, ni al alumno ni a la escuela; “lagrimas de la ira le quemaron los ojos”.
El segundo intento, fue más exitoso, comprendió que debía moldear su creación órgano por órgano, primero el corazón que latía, tras lo cual descansó una noche. Le tomó un año llegar al esqueleto y los parpados, con infinita paciencia y ritos creó a su hijo, quien no podía existir si no iba a su encuentro en cada sueño. Lo educó y entrenó por años y luego le envío a otra ruina circular para que viviera y ¿por qué no? soñara. Solo el fuego podría reconocer que este hijo es en realidad un fantasma, una ilusión, a la cual no podría quemar sus carnes. De pronto, una sequía castiga la zona en donde vive nuestro forastero, una vez más el templo se incendia y este intenta escapar inútilmente, notando que el fuego no le quema… “Con alivio, con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro estaba soñándolo. “. El soñador era un soñado más.
Ahora hablemos del video Amazing, que me encanta por su propuesta y letra. En ella un joven diseña su “yo virtual” empleando una computadora, un guante y un casco conectado a ella que le permitirán ver y en parte sentir un mundo digital que asume real. Para crear su otro yo, elige su tipo de peinado, largo del cabello, todo. Sin embargo, sus primeros intentos fracasan; no logra acceder hasta después de mucho intentar, para al fin sumergirse en una realidad en donde conoce a una bella chica (Alicia Silverstone, ¿alguien puede culparlo por eso?). Con ella experimenta pasión y cortas aventuras que quizá no intentaría de otro modo sino el etéreo.
Nuestro personaje se cree real y soñador, con esfuerzo digital ha creado su sueño, un mundo y ser propio, pero al terminar el video vemos que… ¡nuestro soñador era un personaje soñado por Alicia!
Aquí pueden observar el video y disfrutar de tan buena canción.

Secciones: Libros Etiquetas: Borges, Ficciones, videos

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