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Giuseppe Albatrino

Escritor, Dramaturgo y Divulgador Científico

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Vivencias y Opinión

La primera maravilla de Colombia

21 mayo, 2009 by Giuseppe Albatrino

Dado que cada día de mi reciente viaje a Colombia estuvo centrado en la visita al medico, ni uno de los tres viajeros pudimos salir de Bogota hasta la penúltima fecha en la cual nos dirigimos a un pequeño pueblo llamado Zipaquirá, que queda a 49 kilómetros de la capital colombiana, y es el lugar en donde se ubica la llamada Primera Maravilla de Colombia: La Catedral de Sal; en esta entrada quisiera contarles de este pequeño paseo a esta interesante obra que mezcla la ingeniería minera con expresiones artísticas y arquitectónicas en búsqueda de un sentir religioso.

Lo primero que llama la atención de la Catedral, es que se encuentra ubicada en una mina, lo cual va contra la tendencia natural de buscar a Dios en las alturas (incluso hay una norma en Roma de que ninguna iglesia puede ser mas alta que el Vaticano) o al simple hecho de que pocas atracciones turísticas se encuentran a varios cientos de metros bajo tierra; sin embargo en ningún momento se siente uno realmente encerrado o en peligro, a pesar de que a poca distancia los trabajos de explotación continúan en simultaneo con los recorridos, los cuales se dividen en tres partes bien diferenciadas:

El vía crucis. En la primera parte de la caminata, la cual se realiza casi siempre en descenso, encontramos las catorce estaciones del vía crucis. Aquí el reto de sus constructores era el expresar cada escena, usualmente retratada en las iglesias mediante sombríos cuadros, sin mayores elementos que una cruz (de sal), cubos (¡de sal!), piedras (¿de que material las imaginan?) e iluminación; para ello se ha empleado el simbolismo de distintas formas, les cuento dos de estas:

  • ¿Cómo mostrar que “Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén” (estación VIII)? Con una cruz y dos rocas al lado de esta, con una iluminación superior que simboliza el abrazo consolador del Señor. (véase imagen)
  • ¿Cómo mostrar que “Jesús muere en la cruz” (Estación XII)? Con una cruz que se funde en la pared rocosa, porque cuando muere él se funde con todo ser humano.

Las otras doce estaciones, quedan como tarea opcional para el lector encontrarlas en el siguiente enlace.

La cúpula y el Nartex. Tras haber visitado varios templos con cúpulas, nunca pensé que otra de estas estructuras me llamase tanto la atención; ya sea por el efecto de la luz azulada sobre la pulida roca o quizá por una falta de oxigeno no declarada en la mina…, uno no puede dejar de mirar la bóveda (de 11m de diámetro), con asombro mientras se esta parado sobre el piso de mármol. Desde allí se aprecia, a la distancia, la cruz más grande del mundo bajo tierra, la cual se visita posteriormente.

Tras caminar por una serie de galerías y laberintos que conforman la entrada (Nartex) a la iglesia en si misma, se debe elegir entre tres caminos, para que luego el amable guía explique que el del lado derecho lo toman las personas puras, el del centro las personas que han pecado y el izquierdo los impuros. Felizmente todos conducen al mismo lugar. (Dado que los tres viajeros tomamos el mismo camino, sería una infidencia señalar cual de las posibles rutas escogimos…)

Las tres naves. O la catedral en si misma. Ubicada a 180 metros de profundidad contiene las tres naves principales, además de una capilla a la Virgen. Es una cavidad enorme en la cual entran cientos de personas; en una de sus paredes encontramos el altar mayor con un peso de 18 toneladas y tras el, la cruz que anteriormente vimos se manifiesta como una concavidad en la roca de 16 metros de alto, iluminada interiormente para dar la ilusión óptica de solidez.

En esta etapa también destacan una pila bautismal iluminada de azul, varias esculturas que incluyen la Creación de Adán y un altar al Divino Niño (que cuenta con su propia Iglesia en Bogota)

A diferencia de otras catedrales, y quizá esta sea otra característica única de está, la salida es una escalada que dura varios minutos, durante los cuales, a través de los corredores, uno se pregunta si realmente se esta saliendo del interior de una mina.

Publicado en: Vivencias y Opinión Etiquetado como: Colombia, turismo

A propósito del día de las madres

10 mayo, 2009 by Giuseppe Albatrino

      ¿Tenían ombligo Adán y Eva? No existe información al respecto, asumo que lo más probable es que, dado que no tuvieron madre, tampoco tuvieran la cicatriz que nos queda después de romperse el cordón umbilical… ¡una pena por ellos! El mío es testimonio eterno de que durante nueve meses mi cuerpo creció y se alimento directamente de una amorosa mujer.
      Cuando nacemos, lo hacemos totalmente necesitados de cuidados y atenciones sin los cuales nos sería imposible sobrevivir, el cordón umbilical que nos une con nuestra progenitora ya no es físico, pero esta muy presente en una forma que, puedo dar testimonio, no puede describirse sin usar la palabra Amor. Su constante preocupación y afectos, la naturaleza instintiva de su ternura almacenada en su corazón, es la evidencia palpable de que Dios quiso asegurarse de que todos contasen con un ángel protector, un ángel cuyo contrato no termina con la partida del hijo de casa.
      Mediante esta breve entrada quiero saludar cariñosamente a las madres que me leen, a las madres de quienes leen este blog y en forma particular a la mía, a quien, ni convirtiendo cada estrella en un agradecimiento, podré pagarle todo lo que ha hecho por mí…¡este es un buen día para celebrar el tener ombligo!

Publicado en: Vivencias y Opinión

La cirugía que se viene: listo para verlo todo de nuevo

29 marzo, 2009 by Giuseppe Albatrino

Si algún día vuelvo a ir al circo o al departamento de Ancash, lugares que sólo visité de niño con mi familia, sucederá algo curioso: los veré, en realidad, como si fuera por primera vez. Desde pequeño he sido muy miope y por raro que pueda parecer, mis padres no lo notaron hasta que cumplí los nueve años, podrán preguntarme la razón de ello, pero la ignoro. Supongo que el hecho de tener un papá aviador que se gana la vida fumigando al ras del suelo, con su boina verde y sus lentes Ray-ban (¡todo un señor piloto!), con una poderosa vista de la cual depende su vida, era también tener un joven papá para el cual los tropiezos de su querido vástago, no se debían a problemas de visión; siendo su hijo ¿de donde hubiera yo sacado esos “genes miopes”? Lo cierto es que ninguno de sus hijos heredó ni sus ojos verdes ni su vista de águila.

Tengo la teoría de que mi amor por los libros no sólo nació por influencia materna, sino que el poder contar con tanto entretenimiento a sólo treinta centímetros de mi nariz, pudo ser un factor importante. Sin embargo, el tener mi primer par de fondos de botella, enmarcados en carey, y poder ver las cosas que me rodeaban en detalle (como por primera vez), no logró separarme de los textos. Es más, aunque me encanta la astronomía y tengo un telescopio astronómico (y con ello no estoy hablando de mis gafas), posiblemente si por mi ventana pasara un cometa en este preciso momento, tendría la natural tendencia de buscarlo primero en un libro o en la Internet.

La historia de mis ojos terminaría allí si hace unos diez años un doctor no me hubiera dado tosca y fríamente una penosa noticia: en el ojo derecho tengo una deformación conocida como queratocono, que no puede corregirse ni con gafas ni lentes de contacto, sólo mediante un transplante de córnea. Con los años, el ojo izquierdo (el único útil) había aprendido a compensar a su hermano derecho lo mejor que podía, pero no lo suficiente como para, digamos, calcular distancias, notar figuras tridimensionales o simplemente que yo pueda funcionar cerrando el ojo sano. Acudimos a varios médicos que repetían el diagnóstico inicial, que sabíamos ya de memoria, y luego una querida tía se ofreció a sufragar los gastos para reparar a susodicho elemento; el problema residía que hasta el momento nadie ofrecía una técnica que no me alejase del trabajo menos de un mes y que en el Perú no tenemos una cultura de donación de órganos; debido a esto, la espera de una nueva córnea puede demorar meses o años, tras lo cual uno recibe en cualquier momento y sin mayor preámbulo, una llamada del hospital que lo alejará del mundo por treinta días. Algo difícil de manejar.

Hoy me encuentro algo nervioso, porque mañana tomaré junto a mi madre y mi tía, un avión hacia Colombia. Tras un periodo de varias coordinaciones (que iban en varios sentidos) con mi trabajo, con el médico de Colombia y con mi tía, enfocados en perder el mínimo número de días laborales, se dispuso la semana para la intervención; así que probablemente en cinco días ocurrirá que, estando mi cuerpo totalmente anestesiado y dormido, mi ojo estará abierto y una parte de él será removida para dar paso a una porción sana que me devolverá la visión (y que habrá pertenecido a alguna persona por la cual rezaré siempre).

Tengo fe de que todo saldrá bien; también sé que pasará otra cosa curiosa y que ya he conversado con mis familiares, amigos y compañeros en estos días (muchos de los cuales leen mi blog e influyeron en hacer esta entrada): tendré la oportunidad de ver todo como si fuera nuevo; y pienso apreciarlo mucho, más aún cuando es algo que no ocurre muy seguido en la vida.

Publicado en: Vivencias y Opinión

Dime como manejas y te diré como eres

24 febrero, 2009 by Giuseppe Albatrino

No hace mucho, escuché una idea que a continuación les comparto: uno maneja según cual es, es decir, su personalidad esta presente tras el timón. Me pareció lógico y sensato, porque en muchos otros aspectos de la vida somos nosotros mismos, solo que estamos cumpliendo roles distintos; recuerdo, por ejemplo, un caso verídico expuesto por un profesor en clases de ética, acerca de un hombre que como vendedor había engañado a su empresa trabajando para varias al mismo tiempo y que en su vida privada…pues había engañado a varias mujeres porque, según se descubrió, era polígamo.

Imagino que muchos podrán decir que un ámbito nada tiene que ver con el otro, y que probablemente el Sr. Asesino Pérez es una persona muy pacifica hasta antes de subir a su vehiculo y que incluso acostumbra dejar buenas propinas al mozo que lo conoce. Creo que el señor Pérez no cambia su personalidad al manejar, sino que la única personalidad que tiene esta actuando tras el velo del anonimato (lamentablemente solo los carros de competición llevan pintado el nombre de uno) y que en otras circunstancias donde tampoco se le podrá identificar, será igual de descuidado con los derechos de los demás. Me niego a creer, que en Lima, tenemos una epidemia de personalidades múltiples a lo Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

La semana pasada vi a un vehículo detenido en el cuarto carril de una vía de alta velocidad, en un inicio pensé que estaba malogrado, cuando luego me percate de que ¡intentaba llegar al primer carril atravesando los otros tres sin avanzar hacia adelante! puesto que solo así, ofreciendo su puerta derecha para que todos la choquen, podía alcanzar una salida de la avenida en vez de esperar a la siguiente. Esté sujeto ignoraba por completo el derecho a los demás, en este caso a no morir asesinado; mismo derecho que esta igualmente ausente cada vez que las camionetas rurales (combis) hacen carreras esquivando carros por ganar pasajeros con el cobrador salido medio cuerpo cual jinete o un vehiculo cierra a otro obligándole a frenar (lo cual es un fenómeno muy frecuente).

Una de las cosas más desconcertantes que he encontrado, así es, tras varios años de manejo no pierdo mi capacidad de sorpresa, es el hecho de que poquísimos usamos la direccional; y esa tendencia esta presente sin importar “el nivel socioeconómico” del vehiculo que tengamos adelante: he tenido el placer de sobre parar de improviso ya sea por la gracia de lindos Audis o de destartalados Ticos, cuyos conductores parecen pensar que al dar uso a la dichosa palanquita antes de voltear, depreciaran el valor del vehiculo, así que ¿para que gastarla?. Ni esperar que la usen para cambiar de carril, las pocas veces que veo que alguien lo hace, pienso que es algún turista extranjero que aun no asimila nuestras costumbres.

Quizá somos un pueblo mayormente paranoico, cuyos conductores no quieren dejar saber al resto a donde se dirigen, hasta el ultimo momento posible antes de un accidente; pero ya me parece excesivo el caso de los vehículos invisibles o “stealth”, que encuentro al menos dos veces por semana, cuyos propietarios prolijamente se niegan a poner luces traseras o de frenos, para que cualquiera con la fortuna de ir detrás de ellos en plena noche, y que logra detectarlo, no tenga ni idea de cuando esta frenando o disminuyendo la marcha

Me rehúso a pensar que tanta irresponsabilidad es causada por gente que actúa muy distinto en otras situaciones sin nombre propio; quizá sea buena idea añadir nuestros nombres a las placas, a ver si así aprendemos a considerar un poco más los derechos del otro en vez de violentarlos.

Publicado en: Vivencias y Opinión Etiquetado como: Lima, manejo

Algunas anotaciones sobre el fútbol peruano

5 febrero, 2009 by Giuseppe Albatrino

Es inevitable, no termina una semana en el trabajo sin que alguien realice un comentario sobre el fútbol, ya sea en el almuerzo o en la oficina, ya sea acerca de un marcador o el traspaso (¿así se dice?) de un jugador a un equipo por millones de dólares. Dado que continuamente me piden algún comentario, quisiera aclarar en algunas líneas mi posición personal sobre el tema.

No me gusta el fútbol ni entiendo como hay gente que lo aprecia. He intentado disfrutarlo pero sin éxito; ¿es que acaso soy el único a quien lo frustra este “espectáculo”?.. Si estuviera en mis posibilidades le cambiaría el nombre a este deporte por el de “casi-casi”, porque esto es lo que exclama sin descanso el aficionado durante la hora y media que dura un partido, tiempo durante el cual, si tenemos suerte, se habrá visto un gol (un par de segundos) y cuarenta “casi-casi” (noventa minutos menos unos segundos).

Si bien todo gusto es subjetivo y respetable, recomendaría a los amigos del balón pie, el intentar cambiar de canal para ver un partido de básquet o voleibol en donde la acción de los jugadores tiene incidencia directa sobre el marcador y de manera clara.

Creo que el fútbol es una influencia perniciosa para el país. Prácticamente no existe barrio en donde no se juegue este deporte, combinado muchas veces con el consumo posterior de cerveza, con lo cual no se donde quedó el intento de practicar algo sano. Así mismo, en muchos parques los aros de básquet son rotos para alejar a los que deseen practicar algo distinto; pongan algún programa local de deportes y prácticamente verán que no existe otro tipo de actividad física más que esta, así mismo, vayan a un kiosco de periódicos y encontraran diversas revistas especializadas en el tema.

Es penoso aceptarlo, pero el fútbol es el deporte nacional, y pareciese que si la gente pudiera, lo haría un símbolo patrio. Sin embargo, ¿Qué ha dado el fútbol peruano a su afición? Nada, nada más que fracasos. La ha humillado constantemente, traicionado su confianza con una selección de jugadores que no pierden oportunidad para escaparse de la concentración previa al partido con la vedette de turno. Eliminatoria tras eliminatoria, ya sea mundial o regional, pierden ante cualquier equipo que se les ponga delante y tenga once jugadores; van más de veinte años que no se clasifican y que los entrenadores al finalizar cada partido (es decir, tras haber perdido) no hacen más que sacar las cuentas numéricas para dar vanas esperanzas al publico que los mira, cual alumno que necesita obtener en los siguientes tres exámenes nada menor a veintes para pasar el curso, teniendo un promedio de calificaciones expresable con los dedos de una sola mano.

Ante tanto maltrato, me es difícil entender la lealtad casi religiosa de los seguidores del fútbol nacional, ¿es una expresión masoquista del inconciente colectivo?. Nuestra ubicación en la tabla de posiciones en Sudamérica (penúltimos, según me han explicado), seria entendible si fuera un deporte olvidado, sin recursos y ajeno a la vida del país, sin embargo, ¿que mensaje damos cuando millones de personas colocan su atención, esperanza y sueños, año tras año, en individuos que cantarán el himno patrio para luego ser aplastados públicamente? Creo que si un extranjero nos preguntase sobre el fútbol en el Perú, deberíamos responderle que lo juegan unos “cuantos gatos”, que lo hacen en las calles dado que se les malogro el televisor, y que a nadie en el país le importa el tema porque tenemos mejores cosas en que ocuparnos… Al menos así, cuando él se entere de los resultados que da el fútbol peruano, no quedaremos tan mal ni daremos tanta lastima como el penoso colectivo auto flagelado que en realidad somos.

Publicado en: Vivencias y Opinión Etiquetado como: futbol

Algunas anotaciones sobre el conocimiento

4 febrero, 2009 by Giuseppe Albatrino

Nuestros amigos los gringos dividen a los trabajadores en dos categorías: los “de cuello azul” y los de “cuello blanco” (blue collar y white collar respectivamente), los primeros se encargan básicamente de trabajos manuales en fabricas y los segundos son empleados de oficinas, usualmente tras computadoras, en su mayor parte dignos representantes de la Era del Conocimiento. Dado que mi trabajo esta ligado al desarrollo de sistemas, la moneda de cambio de mi profesión es justamente el conocimiento, la obra de mis colegas y mía no será una pared levantada o un objeto fabricado para su venta, sino diseños de programas, códigos fuentes y abstracciones que muchas veces ni siquiera serán impresas en algún papel, sino que residirán en alguna forma de almacenaje magnético.

Tras un buen tiempo laborando en un ambiente dinámico basado en el mundo digital, he encontrado en las personas, que presentan cuatro posibles realidades con respecto a su conocimiento; estas parten de mezclar el conocimiento que tienen y lo “concientes” que son de tenerlo o no tenerlo. Estas combinaciones, sospecho, están presentes no solo en el mundo de los teclados sino en el que nos rodea:

  • Hay gente que tiene el conocimiento (de ciertas cosas) y sabe que lo tiene. Son muy útiles y deseables en toda situación y si esta combinación va acompañada de cierta humildad personal, pues cuanto mejor.
  • Hay gente que tiene el conocimiento y NO sabe que lo tiene. Aquí hay un problema que un buen sensei o maestro debe ser capaz de descubrir en pro de la superación del discípulo. Mucha gente tiene el conocimiento pero a falta de aplicarlo simplemente puede olvidar que lo tiene o que lo obtuvo en algún momento; es solo cuestión de recordarlo (con o sin presión del jefe).
  • Hay gente que no tiene el conocimiento y sabe que no lo tiene. Nada como ser conciente de nuestras deficiencias para poder tomar un plan de acción sobre las mismas. Sucede que muchas veces la gente que más conoce es la que tiene más presente lo que ignora o tiene mucho por aprender.

  • Hay gente que no tiene el conocimiento y no sabe que no lo tiene (no es consciente de esto).Tener cuidado con estos casos porque si estos individuos tienen alguna clase de poder de decisión, el impacto de estas puede llegar a ser muy negativo; curiosamente se les puede detectar porque son los que más hablan.

El abaratamiento de las comunicaciones hace posible que la información este disponible a bajo costo para quien la busca, de modo que se ha formado un basto océano de datos a nuestro alrededor; sin embargo creo que es necesario, que como los buenos exploradores, contemos con mapas personales en donde cartografiemos constantemente las orillas de nuestro conocimiento.

Publicado en: Vivencias y Opinión

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