Mario, el hijo menor, interpretado por un estupendo Leonardo Torres, es el personaje principal de la obra, que nunca aprendió a nadar y menos a lanzarse a la piscina, quien quiere conocer la diferencia entre ser practico o tener ideales, entre ser tolerante o crédulo, vivir cómodo o comprometido. Lejos de seguir a su hermano mayor o vivir a su sombra, pareciese que no existiera frente a los ojos de sus padres; pero si tendrá muchos interesantes diálogos con el mismísimo Jesús, en una versión procaz de este.
Renato, el primogénito, es la quintaesencia del idealista; si bien su causa armada puede estar equivocada, el valor con que la sigue es de por si admirable; habiendo crecido en una familia acomodada decide dejar la protección paterna para ir a luchar en Ayacucho contra el sistema. Se revela contra su padre y cree, con sinceridad, que la única manera de obtener un cambio radial, es mediante la lucha de clase.
Felipe, el padre, un verdadero socialista de clase “caviar”; pretende ser de izquierda, pero no se priva de gustos burgueses; esta dispuesto a que otros jóvenes luchen por el cambio en la sociedad, pero no su familia y menos el mismo, aunque probablemente nunca haya dicho esto en las reuniones de su partido, uno de los muchísimos en esa parte del espectro político.
Pilar, la madre, interpretada por Patty de la Fuente, mujer algo alejada emocionalmente de sus vástagos, es una mujer marcada por un amor de juventud frustrado; mujer práctica e instruida, vive una relación matrimonial al parecer sin amor.
Walter, amigo de Mario en el Colegio, interpretado por Javier Echevarria, es un niño sumamente inocente que casi es traumatizado por el sacerdote de su colegio. Obediente y sumiso ante todos, parece carecer de algún tipo de reflexión independiente, vive de acuerdo a lo que le dictan con candidez.
Herlinda, abuela de Walter, mujer cuya riqueza familiar conoció mejores épocas hasta que llego la Reforma agraria. Racista, como muchos limeños de clase media, emplea expresiones despectivas contra los “indios” y contra el “favor” que les hizo Velasco. Según ella, el letrero INRI en la cruz de Cristo, significa “los perdono a todos menos a los indios”. La epilepsia de su nieto, la ve por ignorancia, como de origen religioso.
Padre Simón, cura del colegio al que asisten Mario y Walter, representa al cura preocupado por el dinero y las cuotas extraordinarias que han de cobrarse para que los niños puedan comulgar. Lejos de ser un sacerdote modelo, tiene tendencias pedófilas.
Cristo. Sí, también lo vemos en escena, aunque solo se comunica con Mario. Es un personaje algo taimado y muy lejano del que estudiamos en la catequesis; busca, como el propio Renato, ser un revolucionario armado e imponer un nuevo orden sobre el imperio romano. Su comportamiento y desfachatez, lejos de ser ofensiva para el creyente, resulta ser muy graciosa. Sin embargo, su invitación a que “la gente lea” es muy interesante e importante. Todas las escenas en que salía, fueron particularmente hilarantes.
La combinación de todos ellos nos brinda una estupenda obra, con momentos muy graciosos y dramáticos, como también cuestionadores, quizá estas sean algunas de las razones por las que ganó el segundo concurso de Dramaturgia Peruana 2008. Al final, el público aplaudió de pie.
Eri dice
Ojalá la repongan en algún momento, es una de las mejores obras que he visto en el Perú, y hecha por peruanos (salvo una de las actrices).
Aplausos!
Alvaro Flores Tafur dice
me la perdí, la cambié por "Presagio", no se si fué buena la decisión, creo q no… 🙁
Yanina dice
Totalmente de acuerdo contigo, muy buena la obra y muy buena tu descripción de los personajes… esperaré tu próximo blog…
[: LïSSy :] dice
🙁 me la perdí!
Marbhy dice
la estan dando en el teatro del INC de Trujillo este 8 , 9 y 10 de Octubre del 2010 esta buenaza!.. no se la pierdan!