La torre en sí misma es impresionante, por su altura, masa, diseño…e ¡inclinación a prueba de la fuerza de la gravedad!. Sorprende también que hayan podido reforzarla lo suficiente como para que los turistas puedan subir a ella para escalar los largos metros que separan la pequeña puerta de acceso de su cima (y paguen la escandalosa cifra que cuesta hacerlo). La subida es por un corredor estrecho, en donde uno de sus lados es una pared que da al exterior, con periódicas ventanas en las cuales uno puede descansar; la visita dura un total de unos 20 minutos, y desde la cumbre se puede acceder a todo el horizonte que rodea la obra desde la cual, se dice, Galileo Galilei realizaba sus experimentos.
A continuación, algunas fotografías que pude tomar.
Típica calle de Pisa, estrecha, empedrada, con casas antiguas y toda clase de comercios; la población parece provenir de distintos lugares pero no con tanta variedad como en Firenze. Los turistas también están presentes, pero no con tanta densidad.
El río Arno, corta a la ciudad y da origen a varios puentes antiguos que la cruzan.
La famosa torre con la catedral detrás. Se requiere de un buen físico para llegar a la cumbre sin hacer paradas.
El Baptisterio, las personas quedan empequecidas a su lado.
Prossima fermata, Viena. (Próxima parada, Viena)
Anonymous dice
=O Me da la impresión que te decepcionó un poco..
Giuseppe Albatrino dice
Sip! la verdad es que sí, me he medido un poco en la entrada, pero no crei que de igual forma se notaría un poco la decepción. Salvo la torre inclinada, y su costosa visita de 20 minutos, hubiera valido cambiar el día por otro en Florencia.