La Feria internacional del libro de Arequipa, que ha finalizado ayer, me impresionó, entre otras cosas, por la alta motivación de sus organizadores y voluntarios cuyo deseo de promover la cultura y en particular la lectura, resultaba muy contagioso. A su vez, el estar rodeado de tanta gente con quién compartir ese amor por los libros, generaba una grata sensación de pertenencia.
Esa sensación se diluye al recordar que en nuestro país, anualmente, no se llega a leer un libro entero por persona, realidad que he visto en todos los niveles sociales y en todos los grados de educación en que se oye: “no leo porque me aburre”, “no leo porque no tengo tiempo”, “no leo porque los libros cuestan”… las supuestas razones abundan, pero, sin intención de analizarlas hoy, creo que todas estas personas se pierden de mucho.
En mi caso, Leo por placer, y supongo que pocos de los encuestados le han encontrado tal gusto, pues, soy un lector hedonista que no puede dejar de saborear una buena historia o un buen ensayo. Leo porque una sola vida no me basta, por ejemplo, gracias a la lectura he sido un piloto de bombardero con terror a morir en combate, un monje detective en el Medioevo en busca de una misteriosa biblioteca, un destructor de mundos extraterrestres y colonizador de otros, un físico pintando retratos para una casa de citas, un arqueólogo descubridor de códices mayas, un amoral conspirador italiano al inicio de la república o un coronel frente al pelotón de fusilamiento. ¡He sido eso y mil cosas más!, conducido por la prosa de un sinfín de escritores que, como amigos confiables, me han transportado a parajes insospechados o me han suscitado innumerables emociones.
Pero además del valor individual que pueda tener, estoy convencido de que una sociedad con un mayor número de lectores traerá consigo ciudadanos capaces de reflexionar, ponerse en el lugar del prójimo y comunicarse con claridad, en suma, un entorno más civilizado. Por ello, considero esencial los programas de promoción de lectura como los de mi buen amigo Javier Arévalo, los planes lector de cada colegio o proyectos como la FIL de Arequipa. Con suerte, las siguientes generaciones no tendrán mil motivos para justificar porque no acaban un libro en un año.
Daniel dice
Siempre me he preguntado porque leemos tan poco en el Perú…en Chile creo que el promedio es de 4 libros por persona.
Espero esto mejore! En definitiva la lectura abre la mente, forma su pensamiento y te vuelve un gran generador de ideas.
carmen aza dice
yo creo que hay que hacer un hábito de la lectura que tanto te enseña y siempre te deja un mensaje y te cultiva. que pena que en nuestro país sólo se alcance a leer un libro por persona que es una verguenza, ojalá se cambie y se inculque lo importate de la lectura.
Lucas dice
Es muy cierto que para los que somos amantes de la lectura, los libros son tambien nuestros mejores amigos.
Complemento lo señalado por Giuseppe señalando que desde el punto de vista cognitivo el ejercicio de la lectura produce en nuestro cerebro una reacción distinta al ver televisión o usar la computadora. Me parece, y no soy un experto en el tema, que leer desarrolla en nuestro cerebro habilidades particulares relacionadas con el lenguaje, el habla y el pensamiento.
Lilly dice
Giuseppe comparto tu afición por la lectura y el teatro. Disfruto mucho con la lectura. En efecto, es ella la que me transporta a otros lugares y tengo la amplia libertad para imaginar como suceden los hechos que leo. Además que con cada lectura, crezco, mejoro. Qué bueno que se realicen ferias y también actividades que nos motiven a leer como la que hace la Mun. de Miraflores. Si las personas no leen es porque en sus hogares no lo hacen, crecieron así y también porque ellos mismos no hacen nada para mejorar. Llega un momento en que uno tiene qué decidir entre salir o quedarse en la mediocridad. Ojalá se formen Clubes de Libros.
carlos a cornejo enriquez dice
Estimado Giuseppe:
te felicito por tu aficion de escribir y leer, ese nos mejora
la auto estima personal y cultura que nos dá la vida en todos
sus aspectos e inquietudes.
El habito de leer nos permite tener paz y tranquilidad y uno
debe cultivar y gustar de eso, desde niño.
Un abrazo de tú amigo CARLOS