Sucede muchas veces en la cafetería a la hora de almuerzo que nos encontramos conversando de alguna película, obra o autor y termino exacerbado quejándome de la falta de verosimilitud o de los datos erróneos que muestran. Lamentablemente para mí, soy una persona bastante expresiva y apasionada, lo cual se nota más entre amigos o cuando uno de ellos, llamado Juan, de manera imperturbable y monótona cancela mí diatriba emitiendo su juicio inapelable: ¡pero es ficción!
Cuando ocurre esto, por algunos segundos me pregunto si él al menos escuchó alguna parte de mi comentario o si lo que de verdad intenta es que yo deje de gesticular con las manos como me viene de herencia, pero cuando añade detalles del tipo “¿a ti qué te importa si el héroe con una granada mató a quinientas personas o si creen que Paris queda en Alemania?” me convenzo de que sus razones van más allá, intenta decirme que si es ficción, nadie está rompiendo ninguna ley escrita con las fallas que le pueda yo encontrar. Siento que no puedo estar del todo de acuerdo.
Creo que en ese mundo rotulado como ‘ficción’, existe una dinámica importante entre, digamos, el guionista y el espectador: uno se toma ciertas licencias y el otro acepta la cantidad que considere justa. Es válido tomarse ciertas libertades en beneficio de la historia, por ejemplo, cotejar huellas dactilares en una base de datos tarda más de lo que se ve en CSI pero pocos desean ver como el técnico se toma un par de días para hacerlo. En mi caso, la tolerancia se agota cuando, como en el caso de Dan Brown y su Código da Vinci, se nos quiere hacer creer, por ejemplo que el Opus Dei tiene monjes en sus filas, tras esto, cualquier persona informada puede pensar que el autor: a) tiene un permiso 007 para matar a la verdad, b) no tiene Google en casa para investigar un poco del tema o c) mientras escribía pensó para sí mismo “¡pero es ficción! (con la misma voz de mi querido amigo)
El problema puede radicar en que muchas veces, un gran porcentaje de la población adquirirá una imagen equivocada de un segmento más pequeño de la misma, como ha sucedido últimamente con la ganadora del Oscar “The Hurt Locker” que ha recibido innumerables reclamos de veteranos de Iraq quienes consideran que no se ven correctamente representados ante sus conciudadanos; quizá por ello, productores como Tom Hanks, reconocen en entrevistas que sus miniseries son la única historia con la que cuentan muchos para saber cómo sucedieron las cosas, ya sea en la Segunda Guerra Mundial o en el programa espacial Apollo.
Al final del día, siempre será cuestión del ‘consumidor’ el aceptar o no lo que se le muestre, después de todo, si bien no considero válida la expresión “¡pero es ficción!” para dejar de juzgar una obra, creo que es también una respuesta válida y útil, sobre todo a la hora de almorzar… almorzar tranquilos…
Jmvm dice
No te hagas bolas… es ficción!!
Amaru dice
Hola Giuseppe,
Muy bueno tu blog! tienes talento para escribir 😀
Podría decirse que en la vida todo es ficción. Todo es relativo. La realidad que observamos es una abstracción de nuestros sentidos…. por tanto cualquier afirmación es cuestionable en sentido estricto, cualquier história que nos cuenten puede analizarse de diferentes ángulos para descartar su veracidad. Ni las matemáticas son exactas (un matemático teórico pordría poner en duda porejemplo que 2+2 es igual a 4); tampoco son totalmente ciertas las leyes de la física, si las sacamos de sus sistemas de referencia…
Por tanto, como dice tu amigo, a veces no es necesario darle muchas vueltas a las cosas porque siempre podríamos encontrales la contradicción.. y si estamos hablando de entretenimiento… como un libro o una peli.. talves no vale la pena 😀
El problema viene cuando intencionadamente utilizan la ficción o las verdades a medias para «manipular» la opinión pública, para sembrar ideas o para dejar mensajes en la mente de las personas que luego de tanto escucharlos o verlos nos terminamos creyendo que son siempre ciertos…
Eso lo hacen no solo en la peliculas o libros (como cuando hollywood siempre pone en sus peliculas a los Usamericanos de buenos y a los Rusos de malos… ) sino también en las noticias, en la prensa, internet , etc. Allí es cuando tenemos que tener cuidado.
Un abrazo.
Javier Arevalo dice
Pues Juan tiene razón, es ficción. Ese monje del Opus Dei no existe, como no existe un monje asesino en el Opus Dei. Ellos se alían con dictadores, los apoyan moralmente y los dictadores matan (Fujimori y Cipriani, Franco y Escribá, el modelo es el mismo).
La biblia tambiés es ficción: ¿o crees que la virgen maría parió un hijo sin ue un hombre tuviera sexo con ella?
El arte es vehículo de símbolos, no es realidad, es discurso del discurso de la realidad. Cuestionarla es tarea del espectador. El disparo surge de la expresión, el último que añade sentido es el espectador. Si no te la crees, lo dejas. Pero tú lectura es personal, siempre. No existe la verdad absoluta. Existen las posiciones y luego en una sociedad civilizada una toma de posición y luego una elección. Así que asume tu condición de no poseedor de la verdad. porque ésta es inaprensible.
Javier dice
gracioso y bueno el post. Interesantes tus observaciones, como siempre. Aun me parece que adornas mucho las frases.
CARMEN AZA ZUÑIGA dice
yo creo que hay que saber combinar la realidad con la ficción.
Jorge dice
Albatrino!!
Tu mismo lo has dicho : «uno se toma ciertas licencias y el otro acepta la cantidad que considere justa». Pero ¿cual es la cantidad justa? jeje
Ana Rosa dice
Giusseppe: Tienes que leer hasta el final de los créditos de las pelis donde dice «cualquier parecido con la realidad es puura coincidencia» .
… Y tengo que tomarle foto a la cara imperturbable y monótona de Juan :))
Giuseppe Albatrino dice
Gracias por comentar! Perdonen que recién responda, pero ha sido una semana ajetreada.
JMVM: me temo que es díficil cambiar esto, es como un radar que no puedes apagar y hace que si, por ejemplo, veo una mala obra de teatro pueda estar criticándola por una hora 🙁
Amaru: hola Amaru, gracias!. Oye, voy a tener que escribir un artículo partiendo de lo que dices sobre la realidad. Muchas veces los medios manipulan adrede las cosas para presentar su versión acomodada, sino que le pregunten al Ministro de Propaganda del Tercer Reich.
Javier Arevalo: No me creo poseedor de la verdad absoluta, pero sí creo que la supuesta carencia de «verdades absolutas» no es excusa para que tomemos nombres/hechos reales y simplemente les inventemos cosas porque nos da la gana. Siempre hay una responsabilidad etica (no digo religiosa) en todo acto, y decir que el Opus (con quienes no simpatizo y he criticado) tiene monjes, es un facilismo de Brown.
Giuseppe Albatrino dice
(cont)
Javier Zapata: lo sé Javi, siempre me acusas de ello 🙂
Carmen: Yo también creo que es una cuestión de balancear hechos reales con la ficción.
Jorge: ¡Agreda!, ¿cuál es la cantidad justa?, de hecho que la determina cada uno; quizá soy demasiado exigente en ese pedido.
Ana Rosa: Ey! tu primer comentario en el blog. Sí pues, con decir “cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia” se salvan todos.
Si hubiera contado con la foto de Juan «imperturbable y monótono» la hubiera puesto en el post 🙂