Solo estaba adivinando,
los números y las figuras,
separando los rompecabezas.
The scientist, Coldplay
El hilo conductor parecía no existir, o bien ser lo suficientemente tenue como para que solo fragmentos del mismo emergieran ocasionalmente más allá de la supuesta temática común; a mi entender, la propuesta del director gira en torno a proveer una rica experiencia visual y auditiva, en un escenario negro y oscuro provisto de cuerdas, poleas, espadas, cruces, fierros, velas, luces, humo y botellas que dejaban al espectador un increíble espacio para la libre asociación e interpretación: ¿eran acaso las sogas parte de un barco a velas?, ¿era una cruz improvisada, vestida con una camisa, lo que se subió sobre el escenario? , ¿para que servían aquellos fierros de construcción?. Pareciese que por momentos, deseaban crear solo cuadros, pequeños fotogramas de duración efímera en el tiempo, más que una historia.
Pienso que la obra vale la pena verla por la rica vivencia que propone, es una invitación constante a adivinar que figuras se están representando ante nuestros ojos, a armar un rompecabezas en base a un lenguaje tan poético y fragmentado. Sin embargo, también creo que para disfrutarla es necesario una condición, que me permitiré compartirla parafraseando una de las inscripciones que encuentra Dante en la Divina Comedia: abandonad toda esperanza de encontrar lógica los que entren allí.
Les dejo con un video de la obra:
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PS: Crónicas innominadas la presentan los sabados a las 8pm, en Jr. San Martin 600, San Miguel