El recorrido por la ciudad puede realizarse por medio del metro o tranvía, como en las demás capitales europeas, basta con comprar un ticket para todo el día, y uno cuenta con plena libertad de movimiento en ambos tipos de transportes, el control que le dan al uso del boleto es casi inexistente, en esta parte del mundo parecen confiar en la gente.
De los varios sitios visitados, aprovecho en comentarles algunos (espero luego poder ampliar el post, por motivo de tiempo coloco unos cuantos):
• El puente Charles, una construcción que inició en 1357 y terminó en 1402, a ambos extremos del mismo encontramos dos torres, y su recorrido se ve franqueado a ambos lados por estatuas con representaciones cristianas del siglo XVIII. Aquí encontramos puestos de artistas que venden acuarelas y dibujos a carboncillo con temas del puente, la ciudad o estrellas de Hollywood o la música (Stallone, Seagal, Jolie y hasta Mark Anthony). La vista es muy bonita y desde allí tome la siguiente foto del río Moldava (se pueden contratar paseos en bote, que duran unos 50 minutos)
• Castillo de Praga, realmente impresionante, fundado en el siglo IX incluye los llamados “Jardines del paraíso” y la catedral de St. Vitus a la cual se puede acceder gratuitamente (a diferencia de lo que ocurre con la mayoría de los templos famosos de la Toscana) y en donde el interior es iluminado por bellísimos vitrales.
La siguiente foto del horizonte, la pude tomar desde uno de los miradores del castillo:
También se puede ver el Reloj Astronómico (de principios del siglo XV, en donde representaciones de los doce apóstoles aparecen cada cuatro horas), la Catedral, la Torre Powder.
En las calles, llama la atención un tipo de artesanía propia de aquí, las marionetas checas, son trabajadísimas obras hechas en madera, y que pueden costar más de 300 euros; con infinito detalle muestran personajes del lugar u otros contemporáneos como Harry Potter o el presidente Barack Obama. Impresionantes.
Me alegra de haber conocido un poco más de Praga, la cual hasta hace unos días únicamente asociaba con el escritor Kafka, la magnífica película Amadeus (allí filmada) y con algunas escenas de la saga de Jason Bourne; realmente es un lugar muy bonito, económico (en comparación al resto de países), acogedor (a pesar del clima) e incluso más bonita que Viena (en mi humilde opinión).
Siguiente parada, Berlín.