Como medio planeta ya lo sabe y tras exitosas seis temporadas, este domingo se transmitirá en Estados Unidos (y dos días después en Latinoamérica) el final de la serie Lost. En años por venir, muchos deberemos afrontar preguntas al respecto: ¿En dónde viste la final de Lost?, ¿Cuándo la viste?, ¿Con quién estabas?. Aquí algunos apuntes para prepararnos para tan magno momento.
En primer lugar, es necesario dejar de lado dos cosas: expectativas y comparaciones. En cada reunión de análisis post capítulo, algunos amigos se han mostrado sumamente críticos de lo que han visto; casi nada les ha gustado y han tenido la actitud del Consumidor-Gourmet-ante- un-quiosco-de-hot-dogs. Craso error. En sus cabezas han escrito la trama y esperan que los estupendos y creativos escritores de la serie se amolden a su designio, pues así no van a disfrutar nada.
En segundo lugar, no olvidar desconectarse del mundo. Muchos de nosotros bajamos el capítulo de la Internet algunas horas luego de que la cadena ABC lo transmite, para verlo en nuestras computadoras. ¿Cuál es el peligro? Que olvidamos cerrar el facebook, messenger, correos o Gtalk, si a ello le sumamos el celular, ¿qué tenemos? ¡Interrupciones!. Llamadas para recordarnos comprar la medicina de la abuela, mensajes sobre el último temblor o noticias sobre el desplome de la economía mundial. Todo esto es innecesario, irrelevante y distractivo. Recomiendo apagar el router, quitar la batería al teléfono y centrarse en nuestra serie favorita.
En tercer lugar, se debe elegir el medio correcto para verlo. Yo aún no decido y estoy abierto a sugerencias. Las opciones varían: bajar el video de internet en la madrugada del lunes, hacerlo en la noche del lunes, esperarse al martes y verlo en la televisión o esperar a que los productores editen el DVD. Todas estas posibilidades conllevan ventajas y desventajas a sopesar, sin embargo, cualquiera que sea el plan de acción a tomar, considerar que cuanto más tardemos aumenta el riesgo de que alguien nos cuente el final… con lo cual habremos perdido seis años de nuestras vidas en tan sólo unos segundos (y probablemente tengamos que romper la amistad de quien efectuó tal daño)
En cuarto lugar, evaluar si se estará acompañado. Curiosamente, la mayoría de fanáticos de Lost miramos los capítulos en solitario y luego nos comunicamos por medios no presenciales (¿nerds?). Pero no por ello hay que descartar el realizar una fiesta Lost, con banderillas, pizzas, gelatina y adornos alusivos. En la estupenda página de Lostpedia pueden encontrar más sugerencias sobre este punto. (Si alguien organiza una, ¡aviséme!).
Finalmente, no esperemos que Lost responda las preguntas fundamentales de nuestra existencia. Es cierto que trata sobre el libre albedrío versus determinismo y muchos temas trascendentes, pero si los guionistas tuvieran la respuesta conclusiva a todo esto, no serían simples mortales. Así que lo mejor que podemos hacer es prepararnos para disfrutar el contenido que nos ofrezcan y tomar nota de nuestras acciones para cuando en el futuro nos pregunten sobre cómo vivimos el final de la mejor serie de la televisión.