En su bolsillo, o donde sea que lleve el celular, puede estar llevando mensajes ocultos. ¿Lo sabía? Y no hablo de alguna conspiración industrial para que, por ejemplo, porte un 666 o los números de Lost, sino de pequeños escritos o graffitis en los circuitos electrónicos de estos aparatos. A estas ocurrencias se les llama «silicon art», una mezcla de arte con el silicio que componen los chips.
Ocurre que a veces a los ingenieros, que por lo general son personas excepcionalmente capaces y modestas (según me contó uno de ellos), se les sale lo artistas: dibujan y escriben cosas que solo pueden verse a través del microscopio, como la cabeza de Milkhouse, la bandera de Texas, un barco, un pato o sentencias graciosas del tipo “Si puedes leer esto, es que estás muy cerca”, tal como se encuentra en la tablet Galaxy de Samsung.
Es normal que los trabajadores de los unos y ceros quieran dejar su particular firma; en el mundo de los pinceles, muchos renacentistas se retrataban en medio de conversaciones de santos o el mismo Rafael al lado de los grandes filósofos de Atenas. Podría decirse que esto viene de siempre, por ejemplo, en algunos bloques clave de de las pirámides de Egipto se han encontrado inscripciones que dicen algo así como “¡Dios mío, lo conseguimos!”, firmado “Equipo Tigre Once”, con lo cual, vemos que tanto los esclavos egipcios como los señores de Samsung cuentan con el mismo control de calidad que les permite dejar garabatos.
Pero los chips no son lo más lejano que se ha llegado en este aspecto, cuenta el personal a cargo de construir la nave de Neil Armstrong en la Luna, que en uno de los tubos de la escalinata dejaron un papel con sus nombres. Si bien, esto estaba prohibido, luego del primer “gran paso”, parece difícil que algún supervisor viaje para retirar tal muestra de desacato…
Así que ya lo sabe, en ocasiones, podemos cargar con nosotros mensajes más allá de lo evidente, tan solo no se ponga a buscarlas, desarmar sus equipos electrónicos puede salir más caro.
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1. La cita sobre Egipto, la encuentra en el libro de Carl Sagan «La diversidad de la ciencia»
2. Más ejemplos de «Silicon art», aquí.
3. Más sobre el pintor Rafael y «los huevos de Pascua» (o mensajes escondidos), en mi artículo previo, aqui.
ja, curioso G, esa si no la sabia, pero otra vez, muy corto el articulo U_U
No sabía que se llamaba silicon art, la imaginación no tiene límites, pero siempre el ser humano quiere expresarse de mil formas. interesante.
Muy interesante Giuseppe, y tu narrativa hace el artìculo aun más entretenido.