Si bien es común toparnos con horóscopos en el día a día a través de la radio, periódicos y revistas o el que alguna vez nos hayan preguntado por nuestro signo zodiacal para “conocer nuestro carácter”, creo válido exponer en estas líneas unas pocas observaciones acerca de esta pseudociencia llamada astrología.
Es importante aclarar, en primer lugar, que la astrología no es una ciencia, no emplea el método científico y sus afirmaciones no tienen fundamento, por decir lo menos. Lo que sus practicantes, llamados astrólogos, ofrecen, se encuentra básicamente en dos campos de acción: predecir el futuro y darnos a conocer nuestra personalidad, supuestamente basados en la posición de los astros, siendo de particular importancia las estrellas y las constelaciones zodiacales. Por ello, considero necesario definir ambos conceptos, para lo cual pido al lector un poco de paciencia.
En una noche despejada, alcanzamos a ver algunos centenares de estrellas, pequeños puntos que en realidad son soles, como el nuestro, cuya luz ha viajado durante años a una increíble velocidad. Si decidimos unir estos “puntos” mediante líneas imaginarias, podríamos obtener diversas figuras (¿cómo la de un celular?, ¿una laptop?) como lo ha venido haciendo el hombre por milenios, con la diferencia que en épocas anteriores no existían aparatos electrónicos sino, más bien, arados, flechas, personajes mitológicos y, por supuesto, animales (de allí el “zoo” del termino zoodiacal). A estas figuras formadas de manera tan arbitraria, las llamamos constelaciones y hay ochentaiocho.
En el siglo pasado, los astrónomos decidieron estandarizar todas las constelaciones, tomando como base aquellas que han existido en las diversas culturas que pueblan la Tierra. De este numeroso grupo, existe un subgrupo que se encuentra atravesando cierta región especial del cielo, aquella que recorre el Sol en su camino diario desde el amanecer al atardecer (que recibe el nombre de plano de la Eclíptica); esta especial cofradía de imágenes intersectadas por él recibe el nombre de constelaciones del zodiaco, que no son doce, sino… ¡trece!. Lamentablemente, parece que los astrólogos actuales no miran el cielo sino notarían que tras dos mil años de historia, el eje de la Tierra se ha movido lo suficiente (por el movimiento de precesión) para que incluyamos a la constelación de Ofiuco. Dado el desfase existente, el supuesto “signo” que cada uno cree tener no se corresponde con la realidad observable, sino que, por ejemplo, quien cree ser Leo no ha nacido cuando el Sol transitaba por la constelación del León sino la de Cáncer.
Aún si los astrólogos fuesen verdaderos estudiosos de las estrellas, ¿tiene sentido pensar que cuerpos tan lejanos reunidos en caprichosas figuras dictaminan nuestro futuro o nuestras personalidades? O que cada día en el Perú, ¿hay doce grupos de 2 millones y medio de personas cada uno, que por su fecha de nacimiento comparten la misma suerte y manera de ser?. En lo personal, creo que no tiene sentido. ¿Algún lector quiere opinar?
Eri dice
Y dónde podemos encontrar más información?, por ejemplo, si soy de enero y siempre pensé que la constelación que regía mi cumple era Acuario, realmente cuál tocaría?
Sería interesante saber quiénes y cuándo comenzaron a difundir que se trataban de 12 constelaciones zodiacales en lugar de 13 como nos cuentas. Significa entonces que en 2000 años más podría aparecer una nueva constelación o mejos dicho, hacerse visible?
Muy interesante información … será motivo para investigar más al respecto. Felizmente no creo en los horóscopos 😉
Javier dice
de que signo eres??
Jorge dice
Muy de acuerdo con lo de seudociencia. Y es lógico pensar que no podemos dividirnos en 12 «clases» o «tipos» de personas.
Particularmente pienso que las personas que creen en los horóscopos se sugestionan con ello y asocian cualquier evento del día a lo leído en su horóscopo y eso refuerza mas su idea que es cierto. Es como un círculo.
«Cuidate que hoy te puede pasar algo malo» … y el tipo va caminando apurado, no ve la luz roja y zas casi le pisa un auto. «Pucha que piña, hoy me va a ir mal» Eso refuerza su idea que le va a ir mal.
«Hoy día te va a ir excelentemente bien» … y el tipo va caminando apurado, no ve la luz roja y zas casi le pisa un auto. «Uff que bueno, me salvé … hoy me va a ir bien» Eso refuerza su idea que le va a ir bien.
Es el mismo hecho.
Eri dice
Y lo que no saben es que los que escriben los horóscopos en darios o portales en Internet a veces ni son los llamados astrólogos… a veces ya tienen una base de datos de «augurios» y sortean los que publicarán a cada signo.
Las personas debieran tener confianza en sí mismos y dejar de creer en estas cosas.
Lissy dice
Muy interesante este post Gue! Yo tampoco creo en los horóscopos aunque siempre quiero escuchar lo que le depara a mi signo!! jajajaja… pero ahora con lo que dices, ya no se si voy a escuchar Aries o que? confunida demais!! xD
Giuseppe Albatrino dice
Holas y gracias por comentar.
Eri: Voy a buscar el cuadro exacto con los constelaciones astronomicas según la fecha para publicarlo.
Javier: estee..
Jorge: das tema para todo un artículo nuevo, sobre la superstición. La seudociencia se basa justamente con la actitud que describes. Oye, sólo por curiosidad, que opinas de la oracion?
Lissy: mejor no escuches ningún signo 😉
Karin dice
Holas:
No creo en esto de los horoscopos, como bien dices Giuseppe, es dificil pensar que mucha gente agrupados bajo un mismo signo tengan la misma suerte o destino…eso no suena lógico, creo que Dios guia a cada uno y cada uno finalmente hace su propio destino.
Nacho dice
Muy buen post, totalmente de acuerdo.
Para tus apuntes y próximo post lo que te diría alguien pro-horóscopos es que lo que le da la presicion a lo de los signos son las cartas astrales las cuales se calculan de acuerdo al día y hora de nacimiento.
Otro tema a parte es que te digan que el zoodiaco no aplica porque el valido es el horoscopo Chino el cual se repite cada N agnos (creo q son 16), esto esta de moda como todas las cosas de Oriente: new age…
Los astros no rigen nuestras vidas.
Steve dice
Holas:
No creo en esto de los horoscopos, como bien dices Giuseppe, es dificil pensar que mucha gente agrupados bajo un mismo signo tengan la misma suerte o destino…eso no suena lógico, creo que Dios guia a cada uno y cada uno finalmente hace su propio destino.