Esta obra fue un trabajo que Ericka Espino y yo realizamos por encargo de una congregación religiosa. Involucró una investigación histórica y el planteamiento del relato que pudiera estar de acorde con la veracidad y la necesidad de entretener a una audiencia.
El proceso, del que participaron las hermanas religiosas, fue una experiencia muy satisfactoria.
La diririó Bruno Odar y contó con la actuaciación de Andrea Luna.