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Giuseppe Albatrino

Escritor, Dramaturgo y Divulgador Científico

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héroes

Batman o el hombre araña, ¿cuál es el mejor?

30 noviembre, 2009 by Giuseppe Albatrino

      Hay preguntas trascendentes cuya respuesta evitamos o ahogamos en la garganta, ya sea por el miedo a polemizar o porque decidimos beber el vaso con agua que, para la ocasión, tenemos a la mano para dilatar el asunto. Pero esto no puede durar para siempre, como lo demuestra el hecho de que el viernes, poco antes de retirarme de la oficina, un compañero planteó el tema que yo pensaba había sumergido en el olvido definitivamente; él me dijo: “¿Cuándo escribes sobre cuál héroe es mejor?, ¿Batman o Spiderman?”

      A riesgo de generar una brecha que divida nuestro ambiente laboral en dos bandos claramente diferenciados, encontrados y hostiles, sé que ha llegado el momento de manifestarme con claridad y explicar mi posición de una vez por todas (de la manera menos sesgada posible): Spiderman es el mejor héroe, y debo añadir, ¿cómo es que alguien puede dudarlo?

      Primero, aclaremos un par de cosas para aquellos que pueden postear preguntándome ¿Por qué no Superman? O ¿Por qué no Aquaman? No los incluyo porque obviamente … ¡no existen!. El primero es un ser extraterrestre que viene del espacio con forma humana y tiene superpoderes gracias a que nuestro Sol es de color amarillo. Cualquiera sabe que, dado lo complicada que es la evolución (lean a Darwin si no me creen), las posibilidades de que existan alienígenas con el rostro de Clark Kent son muy, pero muy reducidas, más aún el hecho de que salte edificios por la tonalidad de nuestra estrella. En cuanto a Aquaman, distintas flotas de submarinos e infinidad de redes de los barcos pesqueros, han demostrado que tal individuo no existe (o que por error terminó como muchame).

      Segundo, es necesario decir que Bruce Wayne tiene sus méritos, como muchas buenas personas que conozco. Hijo de un plutócrata, ve como éste muere asesinado junto a su madre, al no entregar la billetera a un maleante que lo asaltaba. En lugar de enrejar las pistas y las calles de su barrio, como haría cualquiera en Lima, decide combatir el crimen con sus propias manos; para lo cual se entrena duramente y compra (con el dinero que heredó) costosísimos aparatos y artilugios para lucirse. ¿Le va bien?, ¡claro que sí!, pero, ¿Quién no combatiría el crimen día y noche, volando entre los edificios, si tuviera el tiempo libre y dinero disponible? Estoy seguro que muchos de los lectores lo harían.

      Finalmente, hablemos imparcialmente (como hasta ahora) del carismático, sencillo y generoso de Peter Parker. Es cierto que mientras en el museo tomaba fotos a Mary Jane Watson (de paso desnudándola mentalmente), una araña le picó y le otorgó poderes que ningún otro ser humano tiene, pero, acaso ¿por ello deja su empleo y lleva una vida de playboy platudo? Por el contrario, debe tomarse fotos a sí mismo (a falta de poder pagar un asistente) y enviarlas a la prensa para poder llegar a fin de mes. Acaso, ¿coquetea con las mujeres o las exhibe en fiestas?, claro que no, tartamudea para invitar a salir a su amada, como lo hacemos el común de los mortales. Lejos de vender sus poderosas telarañas al sector privado, sacando partido personal, prefiere quedarse en la clase trabajadora y luchar en su escaso tiempo libre contra el mal. Parker, a diferencia de Wayne, representa al hombre común que intenta surgir en la vida desde abajo, a la vez que telaraña en mano, esquiva las balas para ayudar al prójimo.

      Espero que estas mesuradas líneas, con las que he querido tratar lo mejor posible este espinoso y serio tema de los super héroes, no me enajenen la amistad de algunos…y por algunos, me refiero justamente al Caballero de la Noche.

Publicado en: Cine y Televisión Etiquetado como: Cine, comics, héroes, Marvel, super héroes

Sobre los héroes odiados

22 enero, 2009 by Giuseppe Albatrino

Advertencia: En la presente entrada se expone el final del libro siete de Harry Potter y el de la película “Ángeles de cara sucia”

Uno de los relatos de Jorge Luís Borges que capturó mi atención, cuando lo leí años atrás, es “Tres versiones de Judas”, publicado en su libro “Ficciones”; en el señala que así como el asceta, envilece y mortifica la carne para mayor gloria de Dios, Judas hizo lo propio con el espíritu. Es más, “[…] renunció al honor, al bien, a la paz, al reino de los cielos, como otros, menos heroicamente, al placer.”; una de las conclusiones del texto es que Dios escogió un ínfimo destino, ¡Eligio ser Judas!. Es evidente que tamaño disparate teológico, pero inteligentemente planteado a través de sus páginas, no tenia por meta la de crear una nueva religión, ya hay muchas, sino la de provocar al lector: ¿acaso no es más meritorio el sacrificio silencioso?, y ante este, ¿no lo es aún más el enfrentar el rechazo de todos?

Creo que muchos necesitamos héroes, ellos representan lo mejor a lo que podemos llegar, muchas veces son fuente de inspiración colectiva para una nación o creencia; quizá por ello encontramos tantos de estos personajes en las películas y en la ficción en donde la mayor parte del tiempo se nos muestran como individuos admirados por sus acciones, la menos de las veces son anónimos y en escasas ocasiones realmente odiados. Tomemos como ejemplo a Severus Snape, el maestro de Harry Potter que es aborrecido por muchos a través de los siete libros del mago de J.K. Rowling. Página tras página se nos muestra como un mago desaseado y hasta repulsivo que le hace la vida imposible a nuestro mago favorito, su origen como ex colaborador de Voldemort, lo hace sospechoso para muchos y su conducta a favor de sus propios alumnos lo hacen sumamente odioso; en el momento culminante del penúltimo libro, traiciona y asesina a sangre fría al amado rector de la escuela de hechiceros para lo cual usa una maldición imperdonable. No es hasta el final del tomo siete, en que Harry se entera de manera casual que Snape, ya a punto de morir, había actuado por ordenes directas de Dumbledore y que siempre le había sido leal a este, desde el momento en que abandona el bando de las tinieblas. Su sacrificio había posibilitado la victoria.

Otro caso es el que podemos ver en la película “Ángeles de cara sucia”(1938), James Cagney encarna a Rocky Sullivan, un duro gangster que vuelve a su viejo barrio en donde Jerry, su amigo de la infancia ahora convertido en cura, intenta mantener a los jóvenes alejados del crimen; sin embargo, estos terminaran idealizando al primero. Luego, un Sullivan apresado y sentenciado a la pena de muerte, es visitado por el cura que le pide que camino a la silla eléctrica, actué como un cobarde para evitar que los chicos sigan su camino. Aunque se niega inicialmente, termina haciendo lo que se le pidió, “destruyendo” con este acto final e irreversible, la reputación que se había forjado durante toda su vida, intercambiando el desprecio de sus seguidores por la salvación de los mismos.

Ignoro porque escasean este tipo de caracteres en el mundo de la ficción, quizás se deba a la dificultad de imaginar que alguien prefiera, contra la propia naturaleza humana, ver su propia imagen destruida a cambio de un bien mayor.

Publicado en: Cine y Televisión Etiquetado como: héroes

Los villanos de la ficción

20 enero, 2009 by Giuseppe Albatrino


Los villanos de las películas, son personajes (no necesariamente personas) muy importantes; Alfred Hitchcock señalaba que “más exitoso el villano, más exitosa la película”, reivindicando así a aquellos que asumen el rol del “tipo malo” para, finalmente, hacer quedar bien al héroe de nuestra historia. Sin antagonista, la mayor parte de las aventuras podrían tornarse aburridas, aunque para autores como Ben Bova, es mejor no incluirlos dado que “[…] en el mundo real no hay villanos. Nadie tiene intención de hacer maldad”.

Desconozco si para el lector, Bova peca de ingenuo, pero no me es difícil suponer que muchas películas no nos hubieran atrapado como lo hicieron, sino contasen con un villano cruel y desalmado, casi imparable en la búsqueda de sus metas; sin importar que estos puedan ser codiciosos, sicópatas, androides o magos desalmados están allí, para hacer más interesante la historia, quizá para hacer que el premio del chico bueno valga más la pena de disfrutar una vez obtenido. En la Internet figuran diversos listados con los “malos más malos”, aquí me permito enumerar algunos, provenientes de distintos géneros, según mi cosecha:

Darth Vader. Personaje de elevada estatura y de vestiduras negras; el señor del Sith no solo hizo la vida difícil a toda la galaxia sino que realizo serios destrozos en su propia familia: corto la mano de su propio hijo, a quien luego mando a congelar, torturo a su propia hija y futuro yerno (la princesa Leia y Han Solo) y para rematarla destruyó, mediante una astronómica explosión y a la vista de su progenie, el planeta de la susodicha con habitantes incluidos. ¿Es posible ser más malvado que él?, no lo creo; sin embargo, su creador lo redimió en el tercer episodio de la saga.

Si alguien tiene duda sobre la trascendencia cultural de Vader (curiosamente su apellido significa “Padre” en holandés), si se encuentra frente a la Catedral de Washington en Estados Unidos y aguza bien la vista, quizá alcance a ver la gárgola que con su imagen han colgado en los exteriores del templo.

Hannibal Lecter. Alías “el caníbal”. Su maldad no reside en el número de victimas en su haber, sino en la manera en que emplea su erudición y conocimientos sicológicos para dominar a sus victimas. Catalogado como psicólogo sociopata es incapaz de sentir el dolor que inflinge. Inicialmente habitante del mundo escrito, paso a formar parte del celuloide en la soberbia caracterización de Anthony Hopkins, y luego, en las numerosas parodias que de él se hacen.

Ben Linus. Este personaje de la serie televisiva Lost cuenta con una legión de seguidores en la Internet. A diferencia de los dos malvados anteriores, esté tiene cierto carisma; a pesar de no tener las características típicas que la ficción otorga a los lideres, Ben es más bien calvo, pequeño y de ojos saltones, “los otros” cuentan con su guía y el camino que les traza. Siempre con un plan a la mano, se encarga de hacer la vida difícil a los sobrevivientes del vuelo 815, para lo cual emplea el arte que más domina: la manipulación de los eventos, circunstancias y personas. Sin duda para él, la información es el activo más importante.
¿Hay otros villanos? ¡Cientos! ¿Cuál es el que a ustedes más le atrae?

Publicado en: Cine y Televisión Etiquetado como: héroes

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