Por más de cinco décadas, el universo de Star Trek ha cautivado a millones de personas presentando viajes interestelares y explorando nuevos mundos. Por su calidad, su más reciente serie no defraudará ni a nuevos ni a sus habituales seguidores.
En 1993, el famoso físico Stephen Hawking visitó el set de la serie “Star Trek: la nueva generación” en donde grabaría una escena. Esta era la primera vez que una celebridad se interpretaba así misma en el show, pero Hawking no solo estaba allí para salir ante cámaras. Como reconocido admirador de la serie aprovecharía en hacer algo que muchos hubieran querido poder imitar: ocupó la silla del Capitán Jean-Luc Picard en el ficticio puente de mando de la nave espacial USS Enterprise.
El gusto por el universo de Star Trek no solo alcanzó a una de las mentes más brillantes de la ciencia sino a millones de espectadores en todo el mundo, desde que en los años ’60 se estrenara la serie original. A partir de ese momento, este universo se ha ido expandiendo para conformar seis series de televisión (con una nueva en camino), trece películas, videojuegos e infinidad de parodias y derivados. Estas últimas pueden girar en torno a su formato (como con la serie “Orville”) o en torno a los trekkies, que es cómo se llaman a los fans más devotos. Sobre estos hay documentales, e incluso una novela policiaca que los toma de personajes (como la divertida “Mr. Monk in Outer Space”)
¿Y qué es lo que puede atraer tanto a estos trekkies? Como uno de ellos, creo que todo empieza con la fascinación por explorar el Universo. Así sea desde la ficción, la ciencia está tan presente en la serie como lo está el concepto de exploración, el deseo de llegar a donde nadie más ha llegado. Su Federación Unida de Planetas busca alcanzar nuevos mundos, civilizaciones y culturas, enfrentando infinidad de amenazas y desafíos para los que el valor e ingenio son la mejor respuesta. Segundo, la humanidad ha alcanzado un estadio en que no solo es capaz de llegar a las estrellas, sino que se encuentra unida junto a otras especies.
Dentro de este marco es que el año pasado, luego de casi una década sin nuevas producciones para la televisión, nace “Star Trek Discovery” que nos ubica en un periodo de tiempo anterior a la serie original. Aquí conoceremos la historia de Michael, una oficial y antropóloga de la flota que buscará redimirse tras haberse amotinado frente a su capitana en el primer episodio en dónde se recrudece el conflicto con el imperio Klingon.
Sin riesgo de revelaciones mayores, este texto es una invitación a conocer la serie, podemos decir que, si bien la primera temporada desconcierta a muchos por el carácter y principios del capitán Lorca, la historia irá progresando. Al final, el espectador será recompensado mientras las piezas van cayendo en su sitio preparando la segunda temporada que ha empezado con el pie derecho.
Por su calidad cinematográfica e historias, Discovery ofrece una magnifica puerta de entrada para nuevos seguidores. Mientras que los habituales podremos expandir el universo del que ya gustamos.