La película de culto de la ciencia ficción y el terror, ha generado varias secuelas, precuelas, comics y hasta videojuegos que giran en torno a un villano sin nubes de conciencia, remordimientos o delirios de moralidad.
La película inicia con los personajes despertando para enfrentar una pesadilla. A bordo de un carguero espacial que transporta minerales, duermen en sus cámaras de hibernación mientras vuelven a casa, cuando de repente la computadora de abordo los despierta. De a pocos, se van dando cuenta que están muy lejos de su destino y que deberán investigar el origen de una extraña señal en un planeta desconocido.
La pesadilla la encarna una criatura como ninguna otra. Descrita en el guion de Dan O’Bannon pero hecha realidad gracias al talento de un peculiar artista suizo cuyo arte, como algunos señalan, mezcla lo surreal, sexual, mecánico y lo macabro. H. R. Giger, de cuyo apellido nace el adjetivo “gigeresco”, fue fichado por el entonces joven director Ridley Scott para diseñar al Alien, una criatura “sin nubes de conciencia, remordimientos o delirios de moralidad”, según es descrito en uno de los diálogos. Usando como base su pintura llamada “Necronom IV” y su experiencia como diseñador industrial, crea en el set a ese extraño ser sin ojos pero que parece mirar amenazadoramente mientras va tras sus víctimas.
Sin embargo, las particularidades del Alien no son solo su apariencia. Es un monstruo que no se puede matar porque su sangre es un ácido altamente corrosivo que destruye a su agresor. Además, es un monstruo que busca habitar en el cuerpo de su forzado anfitrión para poder reproducirse y existir. Todo esto invita a subtextos que no supieron explotar algunas imitaciones posteriores del cine.
Al Alien se enfrentan los “camioneros del espacio”, que simplemente buscaban transportar su carga a la Tierra, en esta historia que tiene tanto de ciencia ficción como de terror clásico: la nave espacial no es más que una enorme mansión embrujada, de corredores y espacios cerrados, en dónde algo malo se oculta para eliminar a sus habitantes uno por uno.
Al éxito de esta entrega de 1979 le seguiría siete años después “Aliens”, escrita y dirigida por James Cameron. Su secuela logra alcanzar una combinación de éxito de la crítica y de la taquilla que no volverá a experimentar la franquicia en ninguna de sus entregas posteriores. Recientemente, el monstruo espacial cobra vida en una obra teatral realizada por los estudiantes de la secundaria North Bergen de New Jersey. Esta ha sido apreciada tanto por Scott como Cameron, y contó con la visita de la actriz Sigourney Weaver al montaje (el video completo con la escenificación ya lleva un cuarto de millón de espectadores). Sin lugar a duda, a sus cuarenta años, el universo del Alien no carece de seguidores.