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Giuseppe Albatrino

Escritor, Dramaturgo y Divulgador Científico

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Cine y Televisión

Película comentada: Enemigos públicos

29 agosto, 2009 by Giuseppe Albatrino

«No hay fenómenos morales, solo una interpretación moral de los fenómenos».
Friedrich Nietzsche

         La década de los treinta fue marcada, para los Estados Unidos, no sólo por la primera Gran Recesión económica, sino por la aparición de los enemigos públicos, término usado por las fuerzas del orden y la prensa para señalar a peligrosos roba bancos y secuestradores; nombres como los de Bonny y Clyde, Billy Nelson, “Mamá” Baker (sí, era madre y dirigía una banda con sus hijos) y John Dillinger eran el centro de atención de un público que seguía en los medios sus últimas fechorías. Curiosamente, el carisma de algunos de éstos, los hacía destacar, como en el caso de Dillinger, quien fue idealizado por algunos como un moderno Robin Hood y sobre el cual gira la película que hoy les comento.

         El director Michael Mann (Heat, The insider, Miami Vice, Collateral), nos entrega la historia de una caída, la de un personaje que vive el presente con intensidad, con poca preocupación por el futuro y cuya búsqueda constante de riesgos mayores será su perdición. El asaltar bancos, huir de prisiones, rescatar compañeros e ir perpetuamente tras el próximo reto pareciese ser parte de una dinámica sin mayores motivaciones; si bien se hablan de montos de dinero, el tema musical recurrente, propone aventura y diversión cada vez que éste y su grupo se alistan segundos previos a cometer un golpe.

         Si bien la duración del film puede parecer innecesariamente larga, el estupendo manejo de la fotografía del equipo de Mann, que según entiendo emplea máquinas digitales, ofrece al espectador estupendas escenas que sobresalen por su dinamismo, manejo de los claro oscuros y tomas cercanas que ayudan a transmitir al espectador emociones intensas, sobretodo al momento de las persecuciones que hacen de las dos horas un entretenimiento que se sostiene, muchas veces, por el cuidado estilismo con que se han obtenido las imágenes.

         Johny Deep (a quien pronto espero poder ver en “Alice in Wonderland”) nos ofrece a un gangster atractivo y de enorme carisma, que parece así poder alejar todo debate sobre sus actos criminales. Su taimada actitud, se ve reflejada en mil gestos escénicos, pero sobre todo en la sonrisa de lado que parece ser la marca registrada del personaje.

         Su contraparte, el policía bueno Melvin Purvis, es interpretado por un sobrio Christian Bale, que a pesar de atacar el crimen, nos hace olvidar por completo a su famoso Batman. Aquí dirige un escuadrón anticrimen, pero no parece ser un individuo de intensidades o contrastes, sino un recto funcionario del estado, sin mayores pretensiones o discursos.

         Estamos ante una muy buena película que vale la pena ver, que al parecer no busca entregar mensajes morales o caracteres buenos o malos sino simplemente contar una historia, lo cual lo hace dilatada pero estupendamente. Muy recomendable.

Publicado en: Cine y Televisión Etiquetado como: Christian Bale, gansters, Johnny Depp

El problema de las series de un “solo aspecto”

5 agosto, 2009 by Giuseppe Albatrino

        La semana pasada, Fox estrenó para Latinoamérica su nueva serie “Lie to me” (“Miénteme”, en español), la cual tiene por protagonista a un grupo de expertos que son contratados para alcanzar la verdad empleando herramientas sicológicas, de manera que pueden detectar mentiras analizando el lenguaje corporal o interpretando las micro expresiones que inconcientemente realizamos al mentir. La ciencia que emplean es real e interesante, según estudios realizados (y para fortuna de muchos vendedores), sólo una de cada 400 personas tienen la capacidad nata de interpretar los pequeños movimientos que hacemos al faltar a la verdad, sin embargo una serie centrada en esto puede obviar muchas otras partes de la realidad.
        En el capítulo que tuve oportunidad de ver, cada integrante parecía estar tan obsesionado por demostrar su dominio casi mágico sobre las señales de rostros y cuerpos, que llegué a pensar no notarían la presencia de un sospechoso armado si éste fuera lo suficientemente astuto como para permanecer inmóvil frente a ellos; y es que el problema de girar en torno a un aspecto tan reducido es obviar otros factores sin los cuales la trama podría convertirse en ridícula o incoherente. Si bien esto no evita que sean exitosas, hay un par de otros casos que son mis favoritos:

CSI: Crime Scene Investigation. Con más de doscientos capítulos en el aire, sigo sin entender cómo se las ingenian cada semana para lograr que sólo la evidencia forense sea la que solucione los crímenes; el pobre Sherlock Holmes, de haber sido real, se revolcaría en su tumba de ver como la deducción lógica se rinde ante equipos que ya quisiera poder pagar la NASA o como los detectives son completamente desplazados por las meras herramientas que están allí para ayudarlos. No sólo eso, para añadir insulto al agravio, son los mismos investigadores de la escena del crimen quienes interrogan a los sospechosos, dejando casi desempleados a los hombres de ley.

Numb3rs. Trata sobre un agente del FBI y su hermano, un genio de las matemáticas. En cada episodio, de una u otra manera este último ayudará al primero en sus investigaciones, empleando una serie de principios matemáticos, estadísticos o heurísticos que los acercará a los criminales. Si bien esta premiada serie fue por algún tiempo una de mis favoritas, exige una credulidad a prueba de algoritmos el aceptar que sólo mediante modelos matemáticos se puede pelear contra el crimen.

        Sin lugar a dudas, es la genialidad de los escritores de estas producciones la que puede crear tantas historias empleando un solo aspecto de la realidad, que si bien nunca estará completa, en los casos mencionados me parece demasiado reducida…¿Algún lector tiene su propio caso favorito?
________________________________
{Música de fondo mientras escribía: Catch my desease (Ben Lee), Sideways (Citizen cope y Santana), Disappear, The Reason (Hoobastank), Camera One (josh Joplin) }

Publicado en: Cine y Televisión Etiquetado como: Lie to me

¿Alguien sigue viendo la serie 24?

20 julio, 2009 by Giuseppe Albatrino

       Jack Bauer era uno de mis héroes de ficción favoritos, ¿quién más que él, ha salvado millones de vidas, no una, sino muchas veces? Presidentes de Estados Unidos le deben suficientes favores como para colocar su rostro colorado en las banderas de sus limusinas y Afganistán se niega a darle la visa de ingreso por temor a que él solito acabe con todos los terroristas allí presentes… sin embargo, creo que la serie ha descendido a ciertos niveles de inverosimilitud peligrosos, porque si bien es cierto todos podemos creer que en un solo día “Magic” Jack puede evitar la guerra entre cuatro países, hay límites para la credulidad…

       La primera temporada de 24, transmitida en el 2001, fue sumamente innovadora por el formato que nos presenta: es una serie en tiempo real, lo cual significa que un minuto de televisión es un minuto en la historia que se desarrolla en la pantalla. Cada episodio inicia con un reloj que nos muestra la hora, minuto y segundo en que transcurren los eventos, el mismo vuelve a aparecer cada vez que se va o se regresa de comerciales; en vista de que cada temporada se compone de 24 episodios, cada una equivale a un día en la vida de nuestro estoico héroe, en el que debe luchar contra amenazas a la seguridad nacional.

      Este fino control del tiempo, implica que si Bauer debe realizar un viaje en carro que dura, digamos unos quince minutos, pues en ese cuarto de hora lo encontraremos tras el volante de su vehículo; también implica que nunca lo veremos almorzar o que si va al baño lo hace cuando transmiten propagandas o se encuentran otros actores en escena. Finalmente, otras de las marcas registradas del programa es mostrar, al mismo tiempo, en forma de varios cuadros, lo que está sucediendo en ese mismo instante en las distintas locaciones a la que la historia nos lleva.

       Sin embargo, y como el título de esta entrada puede sugerir, me es difícil volver a ver la serie, pues se hacen cada vez más obvios y cansados los artilugios a los que deben recurrir los pobres escritores en su séptimo año. Me gustaría compartirles tres que he notado en el transcurso de estas semanas, cuando intentando retomar la serie, la vi por breve tiempo:

1. Es más fácil hablar con el presidente de los Estados Unidos que con un funcionario de bajo nivel de algún ministerio peruano.
Pareciese que todo golpista que se respete no podría serlo si no tiene en sus accesos rápidos del celular el teléfono directo del presidente, o de la presidenta en este caso. No sólo eso, esta importantísima persona (hablo de la presidenta) está dispuesta a hablar y negociar directamente con ellos… ¡por el amor de Dios!, cualquiera que ha visto El negociador, sabe que de buenas a primeras no se le puede dar todo a la otra parte y mucho menos comunicarle con la abeja reina desde un inicio.
Por experiencia cercana, parecería que es más fácil contactar a la mandamás gringa que a un funcionario del ministerio de trasporte de rango intermedio, lo cual puede demorar de 2 á 10 años (si y sólo si, se llena correctamente el formato)

2. Los agentes del FBI tienen menos procesos establecidos que el serenazgo municipal.
Como en toda serie en donde hay buenos, malos y persecuciones entre ellos, no pueden faltar los arrestos. No tengo conocidos que sean policías, pero asumo que deben de practicar los arrestos antes de salir de la academia, y que quizá tengan un proceso que diga algo como “paso uno, no pierdas de vista al delincuente, paso dos, desármalo…”. Por ello me parece imposible que en el episodio que tuve oportunidad de apreciar, un agente del FBI arrestara a un peligroso terrorista para que luego: i) no lo esposara, ii) se distrajese viendo la mochila que llevaba y iii) llamara por teléfono reportando la detención (por poco y primero busca en la guía telefónica el número) con lo cual, ¡evidentemente!, se le escapó el peligroso individuo.

3. Mediante la tortura se puede obtener información sincera y veraz.
Una repetida crítica sobre la serie es que Bauer tortura a los sospechosos (repito, sospechosos) para obtener información “valiosa” sobre el próximo ataque. Esto ha sido una constante en las seis temporadas previas, en que puede usar diversos objetos para infligir dolor. Esto no es sólo perverso, sino que dudo mucho que de esta forma se obtenga la verdad; en todo caso más preocupante es asumir que, como en la serie se ve, éste sepa cuándo le están mintiendo o no (¿se basa en el tono de los gritos?)

      Quizá algún lector que aún vea esta serie, pueda esclarecerme si es ésta la que se ha agotado o es simplemente quien les escribe el que ha cambiado de gustos.

Publicado en: Cine y Televisión Etiquetado como: 24, CTU, Jack Bauer

Tres películas comentadas

8 julio, 2009 by Giuseppe Albatrino

      En estas semanas he podido ver algunas películas en el cine, y dado que aun se encuentran en cartelera, creo que es buena oportunidad para compartir algunos comentarios sobre ellas, que quizá puedan intersarles.

El transportador 3. Un héroe con alopecia, ósea calvo, que usa un impecable terno negro y conduce un Audi para cumplir sus misiones, las cuales consisten básicamente en transportar lo que se le encargue, sin hacer preguntas, del punto A al B en su elegante carro. Para sobrevivir, dado que siempre hay complicaciones, usará sus reflejos al volante así como sus conocimientos de artes marciales. Esas son, más o menos, las premisas en que se basa la saga.
Lamentablemente, esta tercera entrega es peor que la segunda, la cual a su vez es peor que la primera (más o menos salvable). A un tercio de la proyección, empecé a preguntarme cuanto faltaría para que saliese el cartelito de “The End”, el cual llegó como liberación mucho después. La historia es malísima e ilógica, la actuación del personaje femenino (una estilista metida a actriz, tras seis meses de entrenamiento) es desastrosa y superada con creces por la participación del carismático carro que cumple mejor su cometido. Solo salva la película un par de escenas de acción.
Si bien es cierto, es una película basada en la adrenalina que ofrece y sin mayores pretensiones actorales, ni siquiera cumple con su papel de entretener. (2/5)

Presagio. Cincuenta años atrás, estudiantes y profesores de una escuela entierran una “capsula del tiempo” conteniendo escritos en donde los primeros describen como imaginan el futuro; entre estos, una niña escribe tan solo una serie de números, que representan eventos del mañana. Esto es descubierto por un astrofísico del MIT (Nicholas Cage) quien intentará prevenir una serie de catástrofes que podrían, incluso, poner a él y a su hijo en peligro.
La película cuenta con una buena manufactura, la atmósfera creada es intrigante y por momentos impactante. Lamentablemente el guión no esta a la altura del presupuesto invertido; faltando 25 minutos para el final, en que uno se pregunta “¿ahora como solucionarán todo esto?”, empezamos a obtener un desenlace decepcionante, facilista e incoherente; que causó la risa decepcionada de algunos espectadores. (3/5)

La Era de Hielo 3. Vuelve la manada conformada por la pareja de mamuts (Manny y Ellie), un tigre dientes de sabre (Diego), un perezoso (Sid) y un par de zarigüeyas. En esta ocasión, se internaran en una tierra oculta y llena de peligros en búsqueda de Sid que se ha extraviado, mientras que Elli pueda que dará a luz en cualquier momento.
Tuve oportunidad de verla en 3D en el cine Alcazar, la experiencia valió la pena. Sumamente entretenida y amena, la historia cuenta con momentos muy graciosos, es apta no solo para niños sino para todo publico deseoso de pasar un buen rato. (4/5)

      Espero pronto comentarles Harry Potter y el Misterio del Príncipe que parece prometer un buen espectáculo.

Publicado en: Cine y Televisión Etiquetado como: El trasnportador, Era del Hielo 3, Presagio

Gusto culposo: Película “Señales”

19 junio, 2009 by Giuseppe Albatrino

      La película Señales de M. Night Shyamalan, en la que actúan Mel Gibson y Joaquín Phoenix (últimamente bastante ausente de mente en las entrevistas que da), es una de aquellas que puedo ver varias veces por la simple razón de que me gusta; sin embargo, cuando menciono el titulo y mi gusto por ella, como el día de ayer, usualmente encuentro una cara de sorpresa del tipo “¿realmente deseo seguir conversando con esta persona?“. Y es entendible, hasta cierto punto.

      La trama trata, la cuento para aquellos que no la han visto y probablemente no lo harán dadas las críticas, de una invasión extraterrestre vista desde la perspectiva de la familia del revendo Graham Hess (Gibson) quien ha perdido la fe tras la muerte de su esposa, él se hace cargo de sus dos pequeños hijos y vive también junto a su hermano (Phoenix). Habitan en una granja en donde empiezan ha suceder una serie de fenómenos extraños, para empezar, aparecen en sus sembríos una serie de dibujos que abarcan una gran extensión, se producen ruidos de intrusos en la noche, perturbaciones en la radio…luego en la televisión ven como en el resto del mundo van apareciendo luces inexplicables. Hasta allí, creo que todos estamos conformes. El problema es que, y lo admito también, parece un poco iluso que: a) los extraterrestres sean “alérgicos” al agua y decidan invadir un mundo constituido por tres cuartas partes de este abundante elemento y b) sepan construir naves intersiderales pero no cómo abrir la cerradura de una puerta abierta (de seguro algunos lectores podrán añadir otras más)

      Entonces, dados estos absurdos, ¿porque la disfruto? Considero que salvo estos dos “vacíos”, Señales tiene una buena manufactura, la música, sonidos, la atmósfera que crea M. Night me causan aprehensión, que creo es lo que busca. Supongo, también, que tengo motivos que van más allá de la propia película y se deben a gustos personales, dos en particular:

      En primer lugar, los eventos principales suceden en medio de la quietud del campo, se encuentran alejados parcialmente de la civilización y el pueblo al que deben acudir por provisiones es pequeño. Las noches prometen no tener mayor ruido que el del viento (bueno, luego vienen los extraterrestres…) Tengo un gusto particular por este tipo de lugares, y cuando he estado en ellos, en medio de la noche, siempre me han parecido el lugar ideal para contar historias que den miedo.

      En segundo lugar, me parece interesante el hecho de que la guerra del fin del mundo sea narrada desde las vivencias de no más de diez individuos, en claro contraste con películas que cubren la destrucción explicita de ciudades enteras; al final, la muerte de un individuo es también la muerte de un mundo en si mismo y contra ello es que luchan Graham y su familia.

      Finalmente, les dejo con un video, parte de la película, el cual fue listado por la revista Bravo como uno de los que ha dado más miedo en el cine.

Publicado en: Cine y Televisión Etiquetado como: ciencia ficción, Mel Gibson, Señales

Película comentada: Terminator 4

11 junio, 2009 by Giuseppe Albatrino

       En un momento los seres humanos vivíamos tranquila y apaciblemente nuestras vidas como todos los días (con el problema climático, crisis financieras, proliferación atómica, conflictos internos y guerras regionales…nada fuera de lo común) cuando de repente, a una supercomputadora militar, se le ocurre rebelarse contra sus creadores decidiendo exterminar a la humanidad entera. Para colmo de males, esta tiene acceso no solo a misiles sino a plantas de ensamblaje que, en su momento, producirán nuevas maquinas para completar el trabajo no acabado por las bombas. Con este escenario es que hace seis años finalizaba Terminator 3, ahora en esta última entrega nos ubicaremos en el mundo que las maquinas crearon, un mundo descrito más de 25 años atrás cuando la saga empezó de la mano de James Cameron y Arnold Schwarzenegger.
       La cinta tiene una propuesta visual muy interesante, que incluye un tratamiento en post producción que la “descolorea” de manera que se crea una atmosfera decididamente post apocalíptica. Todas las maquinarias se ven gastadas y antiguas, los seres humanos visten prácticamente harapos y la civilización parece cosa del pasado en ciudades que son acosadas por los Terminators, los cuales buscan a los sobrevivientes para exterminarlos por el simple hecho de que son el enemigo; lo cual puede plantearles un tema existencial: ¿en que ocupar el tiempo cuando ya no existan humanos por matar?
Sin lugar a dudas, la experiencia visual es lo más resaltante en esta película de débil trama.
       La historia tiene básicamente dos hilos conductores, la vida y obra de John Connor (el Batman Christian Bale) como uno de los líderes de la Resistencia y la de un simpático personaje llamado Marcus Wright (Sam Worthington) al cual vemos primero en el pasado como sentenciado a muerte, y luego vagabundeando en el futuro (ósea, el presente de la película) con el mismo aspecto de antes pero sin tener en claro que es lo que hace allí o como es que llego. El objetivo del primero será bastante simple, como podrán ver: debe encontrar a su futuro padre para que este no sea asesinado, ya que luego, como se ve en Terminator 1, John lo va enviar al pasado para salvar a su madre, momento en que lo conciben. ¿Se entendió? Yo tampoco entendí, pero no fui quien escribió la historia. La misión del ex prisionero es menos clara pero se espera que se cruce con el primero en algún momento.
       Terminator 4 es una película para disfrutar, sin mayor transcendencia que la adrenalina generada por la acción y las emocionantes persecuciones. Cuenta con varias inconsistencias, creadas en el propio universo que crea en la hora y media que dura; sin embargo, ya que prometen filmar la continuación de esta, esperemos que cuiden un poco más la historia.

Publicado en: Cine y Televisión Etiquetado como: ciencia ficción, Terminator 4

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