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Giuseppe Albatrino

Escritor, Dramaturgo y Divulgador Científico

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Resultados de buscar : leonardo da vinci

Algunos “Leonardos” modernos

20 julio, 2011 by Giuseppe Albatrino

      Un terremoto educativo ha rajado el suelo y dividido a las personas en dos grupos adversos y excluyentes: por un lado quedó la gente de números y por otro la de letras. O, ¡peor aún!, dentro de ellos encontramos a los que únicamente conocen de su profesión. Sin embargo, no tiene por qué ser así, esta división artificial y nociva no tiene por qué arruinar mentes curiosas. Mentes como la de Leonardo da Vinci existen aún ahora, y si bien los simples mortales no podemos aspirar a tanto conocimiento, algunos ejemplos contemporáneos podrían inspirarnos.

      Tomemos el caso del físico Richard Feynman (1918-1988), nada menos que ganador del premio Nobel en el campo de electrodinámica cuántica (parece un tema muy especializado, ¿verdad?). Su mente curiosa e inquisitiva nunca pudo quedarse quieta, el expresar matemáticamente las leyes del cosmos no le bastaba. Cursó tópicos de postgrado en biología, psicología y filosofía. Se dio tiempo para, fuera del mundo académico, aprender a pintar cuadros, lo suficientemente bien como para que se haga una exhibición de ellos. Incluso pintó uno para una casa de citas, pero esa es otra historia…

      Otro de mis favoritos en cruzar la barrera monotemática es el jesuita Carlos Valles, por un tiempo uno de mis autores favoritos. Estudió y enseñó matemáticas universitarias, campo para el que fundó la primera revista especializada en la lengua gujarati (la que hablaba Gandhi), representando a la India en congresos internacionales. Pero también le gustaba escribir “de otras cosas” en este idioma, lo bastante satisfactorio como para ganar importantes premios literarios (así es, como lo lee, un matemático también puede ganar premios literarios). El gobierno de Guyarat le otorgó cinco galardones seguidos, luego de lo cual emitieron una norma por la que ningún autor podría, justamente, obtener más de cinco de estos premios consecutivos… para darle la oportunidad a otros, supongo.

      Finalmente, un ejemplo sacado del cuerpo de astronautas, en donde también hay varios que son artistas, pero que dejaremos para otra oportunidad. ¿Le suena el nombre de Story Musgrave?. Probablemente no y aunque ha participado en seis misiones del transbordador espacial su rostro no es muy popular. Aún así, montarse en cohetes dista de ser su único interés. No solo estudió matemáticas y estadísticas sino que, prepárese para la lista, obtuvo un MBA, un grado en química, otro de médico, una maestría en fisiología y biofísica y una maestría en… literatura. Cuando no estaba en clases, se las arregló para volar más de 160 tipos de aviones, saltar 800 veces en paracaídas y recibir veinte doctorados honorarios. Impresionante.

      Así que ya lo sabe, cuando en un cóctel alguien le hable de un tema lejano a su “zona de confort”, digamos, que de temas de “letras” cuando usted es de ciencia o viceversa, algunos de estos ejemplos quizá le anime a saltar las grietas que, lamentablemente, la especialización extrema nos crea.

Publicado en: Vivencias y Opinión Etiquetado como: arte, ciencia

Leonardo: maestro de los dos hemisferios

11 enero, 2010 by Giuseppe Albatrino

En Leonardo podemos apreciar el maridaje de lo que muchos consideran polos opuestos del intelecto humano.”
Michael White, Leonardo, el primer científico (2000)

      Cada día los neurólogos conocen más las funciones que desempeñan las distintas secciones del cerebro humano, las hay para el lenguaje, la escritura, la lógica y el cálculo (hemisferio izquierdo) y otras centradas en habilidades musicales y artísticas (hemisferio derecho).  La experiencia enseña que son pocas las personas que pueden dominar todas estas áreas, o que se interesan en todas ellas; al acabar de leer una interesante biografía de Leonardo da Vinci, no puedo dejar de sentirme asombrado e inspirado por aquél que, justamente, va en contra de esta noción.

      Al ser hijo ilegítimo de un notario, Leonardo no pudo estudiar en la universidad, pero esto lejos de amilanarlo, parece, por momentos, impulsar su insaciable curiosidad por entender todo lo que le rodea. Por ello, inició estudios autodidactas en innumerables temas, que han llegado hasta el día de hoy a través de sus numerosísimos manuscritos que llenaba con una escritura codificada en los cuales tomaba notas y dibujos de lo que iba encontrando, cubriendo temas como la astronomía, geología, anatomía, óptica, escultura, pintura o ingeniería (también allí escribía cosas más mundanas como sus gastos y recetas, pero esa es otra historia…)

      A algunos les podría parecer curioso el hecho que no ejerciera únicamente el oficio de pintor, a pesar de destacar desde niño y que hubiera tenido varios años de formación en el taller del maestro Verocchio (lugar en donde tocaba instrumentos musicales y cantaba), además de ser reconocido por ello por la familia Medicis.  Sucede que este campo le resultaba demasiado fácil, hasta el punto que “se cansaba del pincel”.  En vez de quedarse en esta zona de confort, abandona Florencia con rumbo a Milán en busca de nuevos horizontes y con la intención de ser reconocido como ingeniero y arquitecto en la corte de los Sforza, para el cual ofreció su talento como diseñador de diversas clases de máquinas.

      Sentía la necesidad por entender la naturaleza y por encontrar una estructura que lo explique todo, buscando, por ejemplo, relaciones entre la intricada maquinaria que es el cuerpo humano, y el planeta, por ello, a la luz de la vela, se convirtió en una de las primeras personas en diseccionar cadáveres para estudiarlos, realizando excelsos dibujos de ellos, sobre los huesos, músculos, nervios y arterias que luego enriquecían sus propios cuadros al darles mayor detalle a las figuras que mostraba en ellos.

      Consciente de que debía estar actualizado, empleaba los libros de las bibliotecas como fuente de información y a mediana aprendió latín por cuenta propia para poder acceder a más textos; creía que debía conocer mejor las matemáticas, y a pesar de la dificultad que le implicaba, tomó clases con un reconocido especialista y amigo suyo de la época.  Ni en su vejez cejó en su empeño de aprender; en Leonardo, arte y ciencia confluyeron en una relación sinérgica que enriquecía sus creaciones y la comprensión del universo que le tocó vivir.

      Hoy en día, los muros que separan las distintas facultades universitarias,  muchas veces parecen trasladarse a las mentes de sus integrantes, creando divisiones profundas y creando términos como “gente de ciencias” y “gente de letras”. Conocer la obra de este genio, quizá pueda inspirarnos a conocer lo que el “otro hemisferio” (aquél no dominante en nosotros) puede ofrecernos.

PS: la imagen del post, muestra a Leonardo (representando a Platon) en el cuadro “La escuela de Atenas” de Rafael.

Publicado en: Culturales, Vivencias y Opinión Etiquetado como: arte, artistas, Florencia, Leonardo, pintura

Exposición Da Vinci – El Genio

30 julio, 2009 by Giuseppe Albatrino

“El arte nunca está terminado, sólo abandonado”.
Leonardo da Vinci

        En la pérgola del Jockey Plaza y hasta el 09 de Agosto se está presentando una exhibición itinerante que muestra parte de la obra de Leonardo Da Vinci. Para muchos, este genio es únicamente el creador de “La última cena” y la “Mona Lisa”; sin embargo, este hombre del renacimiento tenía más de 20 profesiones que incluyen, además de pintor, el ser escultor, anatomista, ingeniero, escritor, músico y botánico. Si bien es imposible hoy en día cubrir en profundidad el desarrollo moderno de tantos campos, la obra de Da Vinci es una invitación a mantener una mente despierta y curiosa.

        Al ser Leonardo hijo ilegítimo, no tuvo derecho a acceder a una educación formal, algunos piensan que por esta razón tuvo el tipo de escritura que mantuvo (de derecha a izquierda), para otros pudo deberse a que sufriera de dislexia y para otro grupo el hecho es una demostración de su constante temor a que le roben sus ideas; sea el motivo correcto que fuese, en la muestra podremos apreciar mucho de su escritura en la forma de cuadernos, llamados códices, en los cuales anotaba sus ideas y en las impresionantes páginas en las cuales documentaba sus estudios del cuerpo humano.

        Luego de los códices, el visitante podrá apreciar prototipos de máquinas voladoras que implementan los bosquejos del maestro Florentino; si bien casi todos eran irrealizables, tanto ayer como hoy, el paracaídas piramidal fue el único que ha sido probado con relativo éxito. Mucho mejor le fue con las distintas máquinas que construyó para levantar grandes pesos o convertir el movimiento lineal en circular, las cuales se pueden ver confeccionadas en madera y que de seguro un ingeniero mecánico apreciará y entenderá mejor que mi persona.

        Una interesante mención de la guía era que a “pesar de ser vegetariano y pacifista”, Leonardo creó armas para sus mecenas; me parece curioso porque se asocia el no comer carne a la misma categoría de no matar personas. En todo caso, se aprecia en la muestra un prototipo de tanque, un traje de buzo, una metralleta y otras armas; quizá la más “inocente” de todas era una especie de “multi tambor” que usado por un solo hombre, simulaba el sonido de muchos de estos instrumentos, que en la batalla se empleaban para sincronizar las tropas.

        En el lado artístico, algunos nos enteramos por primera vez de su participación en el teatro, con el invento de un proyector que creaba distintos fondos para las escenas, consistente en una caja cerrada, una luna y en su interior una vela (¡sí!, como si se tratase de los Picapiedra…) que ilumina la figura que se le coloque.
También se aprecian réplicas de sus obras, en las que nos explican cómo se crearon clásicos como las pinturas mencionadas o el hombre del Vitrubio (en lo personal me cautivo “San Jerónimo penitente”). Es una lástima conocer que, por emplear algunas técnicas de su invención al momento de pintar, mucho de su trabajo no haya persistido en el tiempo como es debido.

        El buen uso que se le dé a los 30 soles que cuesta la entrada dependerá mucho del visitante, en mi humilde opinión ésta debería costar menos dado el número de piezas y la duración de la muestra; esto no niega el hecho que los guías hicieron un buen trabajo con el material disponible.

_______________________________
PS: Es lamentable notar que una exposición cultural de este tipo, entrega folletos con tantos errores tipográficos y de redacción.

Publicado en: Culturales Etiquetado como: arte, artista, ciencia, Da Vinci, genio, ingeniero, Leonardo, Renacimiento

Escribiendo biografías…

20 septiembre, 2010 by Giuseppe Albatrino

      Si bien en el omnipresente Facebook no he puesto el status “Escribiendo biografías…” ninguna de las semanas previas, esto hubiera descrito precisamente mi actividad de muchísimas noches, de las cuales me siento contento de compartirles hoy el resultado.

      Mi querido editor de “Caminando en la Luna” me invitó a colaborar con él en la importante colección “YoLeo” que publica el diario La República, así que no pude negarme ante la oportunidad de hablar de algunos de mis héroes personales, más aún, cuando fue en las páginas del mismo medio que mis primeros artículos fueron publicados más de veinte años atrás.

      Mañana podrán encontrar en los quioscos el tomo 2 de la colección en la que participo con la vida de Albert Einstein, cuatro semanas después viene la de Van Gogh y poco después la de Leonardo da Vinci (información de la colección entera la pueden encontrar aquí)

      Como me ocurre usualmente frente al procesador de textos, vengo disfrutando el proceso de investigar y redactar la vida de estos personajes, de quienes conocía sus trabajos, tenía libros en mi biblioteca o parte de sus vidas me han parecido inspiradoras.

      En el caso de Albert Einstein, el genio por antonomasia cuya ecuación E=MC^2 es probablemente la expresión científica más estampada en camisetas, resulta sorprendente lo poco prometedora que parecía su carrera en un inicio, que lo llevó a trabajar como burócrata en la oficina de patentes y a preguntarse si no sería mejor dedicarse a vender seguros de vida de puerta en puerta. ¿Quién podría pensar que en un solo año escribiría cuatro importantes documentos científicos que cambiarían la forma como vemos al mundo?

      Escribir de Vincent Van Gogh fue una experiencia muy emocionante, sus cuadros me fascinan y empecé a conocer de él en mi visita al museo de Amsterdam que lleva su nombre, en aquél entonces me sorprendió ver a través de sus cartas a su hermano Theo, su proceso como artista. Espero que a través de mi texto, el lector conozca más de este maestro que en tan pocos años de vida de enormes conflictos internos y demonios interiores, nos entregó una numerosa y fascinante obra pictórica.

      Actualmente me encuentro cerrando la vida de Leonardo, uno de mis favoritos por representar a una mente curiosa que con igual alcance abarcó el arte y la ciencia. Inspirado en ello, previamente le dediqué un par de artículos.

      Considero que la iniciativa de ofrecer a precios asequibles fascículos dirigidos no sólo a niños sino adolescentes y a la familia, es estupenda para incentivar la lectura en nuestro medio. Espero que mi pequeña contribución sea de su agrado.

Publicado en: Libros Etiquetado como: Leonardo, Van Gogh

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